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Jesús Nuño de la Rosa, presidente de El Corte InglésEl Corte Inglés

El Corte Inglés cerró este viernes su primera emisión de bonos con rating asignado. La compañía se mostró satisfecha con la operación a la que calificó de éxito, pero terminó pagando más de lo inicialmente previsto. Los grandes almacenes abonarán un 3% fijo anual por sus bonos a cinco años y medio, frente al 2,75% que contemplaban inicialmente. Fuentes del sector aseguran que podrían haber sido más caro.

“El precio se queda corto, yo le hubiera exigido más”, asegura Germán García, gestor de Merchbanc. Y añade que él habría pedido un 3,5%, por ser el sector de la distribución “y por la deuda que presenta la compañía”. Una advertencia que lanzó Moody’s el pasado martes: la operación presenta una “protección débil” por el elevado grado de endeudamiento de la empresa.

El Corte Inglés tiene unos compromisos financieros que se elevan en total a 4.400 millones de euros, lo que supone un ratio de deuda sobre ebitda de 3,8 veces, muy por encima del resto de sus comparables a nivel europeo. Con esta emisión, el grupo cancelará el préstamo-puente firmado en enero de este año y cuyo importe máximo actual es de 765 millones de euros.

David Ardura, director de gestión de Gesconsult, explica que no acudieron a la emisión de El Corte Inglés, porque la veían cara respecto a otra emisión del grupo que tienen en cartera. El gestor se refiere a Hipercor, que lanzó en enero de 2015 una emisión de bonos senior por importe de 500 millones de euros en Irlanda, con vencimiento en enero de 2022, con la garantía del gigante de la distribución y con un cupón anual de 3,875%.

Los grandes almacenes pagarán un 3% fijo anual por sus bonos a cinco años y medio, aunque se había barajado un 2,75%

“No veíamos motivos claros para cambiarlas”, comenta Ardura. No obstante, reconoce que no son exactamente el mismo emisor, pero “el 3% de la nueva emisión no nos parecía suficiente argumento para alargar 2 años la duración”. Ante esto, el gestor explica que están centrados en dos cosas que chocan con esta emisión. La primera es mejorar la calidad de crédito de las carteras, “y la emisión es high yield (por debajo de grado de inversión)”. El segundo objetivo es rebajar la duración y vencimientos, “por lo que la emisión no encajaba con nuestra estrategia”.

El Corte Inglés obtuvo la semana pasada un 'rating' en el primer escalón del bono basura por parte de S&P y Moody's, y comenzó el pasado lunes un ‘road show’ entre inversores institucionales, con presentaciones en las principales plazas europeas (Londres, Francfort, París Amsterdan) y en ciudades españolas como Madrid, Barcelona y Bilbao. La compañía comenzó la colocación de los bonos este jueves, pero no han podido cerrarla hasta este viernes, por las dificultades del mercado, según fuentes financieras.

Por otro lado, un experto en renta fija ha señalado que la operación se ha cerrado en el rango medio de las operaciones que se están haciendo ahora. De hecho, lo ha calificado como movimiento normal: “Ni especialmente bueno, ni malo”. El Corte Inglés ha encontrado dificultades en la colocación de estos bonos, tal y como aseguraron fuentes financieras.

El importe de la emisión de bonos, 600 millones de euros, es inferior al previsto inicialmente -superaba los 1.000 millones de euros-, al haberse amortizado deuda por la venta de inmuebles y por la generación de caja. Así, el crédito-puente firmado en enero de este año por 1.200 millones de euros se ha reducido hasta un importe máximo actual de 765 millones de euros.

Bank of America Merrill Lynch y Goldman Sachs International han actuado como bancos colocadores de la operación, y once entidades de primera línea han participado como bookrunners de la emisión (Santander, Banco de Sabadell, Bankia, BBVA, BNP Paribas, CaixaBank, Credit Suisse, Crédit Agricole CIB, Deutsche Bank, Société Générale y UniCredit Bank). Como asesores de la operación han participado Rothschild y Cuatrecasas.

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