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La división en bloques derecha-izquierda que marca las elecciones generales del domingo es más visible que nunca en las propuestas sobres impuestos. Mientras PP, Ciudadanos y Vox propugnan claramente la rebaja e incluso supresión de numerosos tributos, PSOE y, especialmente, Unidas Podemos, piden incrementarlos y crear nuevas figuras impositivas. La cuestión es si los primeros pueden hacerlo sin poner en peligro el déficit público y si los segundos pueden llevar a cabo sus propuestas sin provocar una recesión. Las sicav han dejado de estar amenazadas, pero no así los planes de pensiones.

Los partidos de centro y de derecha coinciden en su propuesta de suprimir impuestos que generan gran rechazo social (sucesiones y donaciones), así como los propuestos por Pedro Sánchez en los presupuestos que no llegó a aprobar: la tasa Tobin (transacciones financieras), la tasa Google (sobre las grandes tecnológicas) y el recargo al diésel.

Ciudadanos añade también la rebaja del tipo máximo del IRPF hasta el 44% y del resto de los tramos inferiores, y también unificar la declaración de bienes en el extranjero con el Impuesto del Patrimonio, y proponer su eliminación a las comunidades autónomas. Para compensar la pérdida de recaudación, su portavoz de Hacienda en el Congreso, Francisco de la Torre, propone eliminar el gasto superfluo mediante una revisión de la eficiencia y una vieja propuesta de otros partidos que ahora retoman: la supresión de las Diputaciones provinciales.

El PP envida más con sus rebajas: dejará el máximo del IRPF en el 40%, reducirá el Impuesto de Sociedades del 25% al 20% y, demás de Sucesiones, suprimirá Patrimonio y Actos Jurídicos Documentados (el impuesto a las hipotecas), según Víctor Píriz, su portavoz de Presupuestos en el Congreso. El impacto de estas medidas será una pérdida de recaudación de 16.000 millones, que se compensará con la creación de empleo que generarán los estímulos fiscales, que cuantifican en 2 puntos de PIB y en la creación de 500.000 empleos al años.

Pero el que lanza un órdago es Vox: propone reducir a dos los tramos del IRPF, uno al 30% y otro al 22%, así como recuperar los mínimos exentos personales y familiares; rebajar el tipo de Sociedades al 22% para acabar la legislatura en el 19%, y ofrecer un tipo del 12,5% a las empresas que se hayan ido fuera de España y vuelvan; y, además de los impuestos que van a suprimir los otros dos, Vox también quiere eliminar la plusvalía municipal. En este caso, su vicepresidente primero, Víctor González, propone "meter el cuchillo" al gasto superfluo por valor de 24.000 millones.

TIPO EFECTIVO DE SOCIEDADES Y NUEVOS IMPUESTOS

El bloque de izquierdas tiene una visión completamente distinta: entiende que hay que subir los impuestos para financiar más gasto público y la cuestión es a quién, como dijo Pablo Iglesias en los debates de televisión. Jorge Uxó, miembro de la secretaría de Economía de Unidas Podemos, responde que a las empresas, a las rentas del capital y a los grandes patrimonios.

Por eso, propone establecer un tipo efectivo de Sociedades en el 15% que sería del 20% para banca e hidrocarburos; subir la tributación del ahorro; y establecer un impuesto a las grandes fortunas que sustituiría a Patrimonio y que gravaría a partir de un millón de euros descontando la vivienda habitual si vale menos de 400.000.

El PSOE no es tan radical pero también lleva una importante subida de impuestos en su programa. Por descontado, pretende retomar las tasas Tobin, Google y al diésel, algo que va en la línea de lo que propone el conjunto de la UE, según Daniel Fuentes, responsable de Economía en el comité de estrategia del partido. Fuentes también propone establecer un tipo efectivo del 15% en Sociedades porque considera que "en España recaudamos sustancialmente menos que los países de nuestro entorno aunque los impuestos son parecidos. No solo se debe al fraude, sino a las exenciones, bonificaciones y deducciones, que hacen que se pierdan 17.000 millones".

SICAV A SALVO, PLANES DE PENSIONES NO

El instrumentos de ahorro que ha estado en el ojo del huracán en los últimos meses, las sicav, no va a ser modificado sustancialmente por ningún partido, ni siquiera por Unidas Podemos, pese al lío que se montó en verano. La única medida en la que coinciden con PSOE y Ciudadanos, es el traspaso de la supervisión de la CNMV a Hacienda.

Cosa distinta son los planes de pensiones. El PSOE no van a tocar nada, pero sí los demás. Unidas Podemos pretende eliminar las deducciones por invertir en planes, mientras que Ciudadanos plantea elevar el límite de aportaciones con derecho a deducción "para canalizar el ahorro a largo plazo". El PP quiere dejar exentas las rentas que se perciban en la jubilación -"eliminar la mochila cuando cobras las prestaciones", según Píriz. Y Vox propone un sistema mixto de capitalización para las pensiones públicas.

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