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AV.- 26M.- Valls carga contra la "decadencia" que representa Maragall y le reta a un cara a caraEUROPA PRESS

Las opciones de que la alcaldesa de Barcelona en funciones, Ada Colau, revalide su cargo se han disparado. El ofrecimiento de Manuel Valls, líder de la plataforma BCN Canvi-Cs, de sus regidores sin condiciones ha dado un ímpetu extra a la opción que se barruntaba a inicios de semana: un maridaje con el socialista Jaume Collboni que salvaguarde la capital catalana de los independentistas.

La liebre la hacía saltar el candidato del PSC cuando no habían transcurrido ni 12 horas desde que se conocieron los resultados de las elecciones del 26 de mayo. En el empate técnico que obtuvo la candidata de Barcelona en Común (BComú) y el de ERC, Ernest Maragall, este último superaba a la hasta entonces primera edil por un puñado de votos, lo que le convertía en la lista más votada y quién tenía la obligación de iniciar los contactos para posibles pactos. Pero Collboni apuntaba a otra vía.

En declaraciones a 'Rac1', anunció que abría negociaciones con el resto de grupos para construir una alternativa a Maragall y el entorno de Colau vio resucitadas sus opciones de mantenerse al frente el gobierno municipal. La decepción de la noche electoral dejó paso a una chispa de esperanza en el espacio de izquierdas, quienes se apresuraron a desmarcarse de ERC y del pacto se daba por hecho.

La bisagra que socialistas y comunes necesitaban era Manuel Valls. Tan sólo con los tres regidores independientes de la plataforma liberal, sumados a los 18 de comunes y PSC, basta para alcanzar la mayoría absoluta. Después de una reunión secreta con la portavoz nacional de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que recoge 'El Nacional', se ha valorado que los seis ediles de la confluencia podrían auspiciar el matrimonio, según ha anunciado el propio Valls, cuyas condiciones se están dirimiendo.

Ciudadanos se ha apresurado a enfriar el ofrecimiento. En un comunicado, el partido liderado por Albert Rivera admite que el resultado electoral no les permite gobernar la ciudad y, por tanto, estarán "en la oposición". Pero "si hubiera que impedir que haya un alcalde independentista o populista" en la capital catalana, los concejales de Ciudadanos -en realidad sólo tres en BCN Canvi-Cs tienen carné naranja- negociarían con un candidato que no sea ni independentista ni populista", indica la formación, que expresa así su rechazo a que tanto Maragall como Colau asuman la Alcaldía.

"Ciudadanos está dispuesto a negociar con condiciones con el señor Collboni para que la ciudad de Barcelona sea una ciudad abierta y constitucionalista", añade, proponiendo de esta manera que el alcalde sea el socialista.

¿RECONCILIACIÓN COLLBONI-COLAU?

En el Ayuntamiento de Barcelona recuerdan los años en que BComú Gobernó con el PSC y elogian la gestión de Collboni al frente del área de Empresa, Cultura e Innovación. Colau rompió el pacto firmado en mayo de 2016 después de que el PSOE apoyara la aplicación del artículo 155 de la Constitución tras el referéndum del 1-O.

Fuentes conocedoras comentan a Bolsamanía que las mismas élites económicas que aunaron fuerzas para apoyar la candidatura de Valls y que, a última hora, sonrieron al candidato del PSC están trabajando para que olvide su expulsión del consistorio. "Prefieren una alcaldía en manos de izquierdas y populismos que independentista", aseguran. Y han incrementado su presión sobre Ciudadanos para que ponga la alfombra roja al tándem Collboni-Colau. Temen que una Barcelona liderada por los soberanistas dinamite la recuperación empresarial que se ha vivido tras la diáspora empresarial de 2017.

Valls también es partidario de hacer de tripas corazón para combatir el separatismo y, finalmente, se ha impuesto el pragmatismo en las filas de los liberales que ha tenido que elegir "la opción menos mala", parafraseando a Arrimadas.

MARAGALL NO TIRA LA TOALLA

Colau y su partido, sin embargo, no lo tienen tan claro. Varias voces de BComú han renegado del apoyo de BCn Canvi-Cs, por ejemplo, la concejal de Ciutat Vella en funciones, Gala Pin, ha escrito en Twitter: "No se va a pactar con Valls, estamos locos o qué?". Pero la animadversión que la plataforma liberal genera en el partido de Colau se traslada también a la connivencia entre ERC y JxCat a la que apela Maragall. Los proyectos municipales de los comunes y los postconvergentes se hallan en las antípodas.

Por el momento, el republicano ha tomado la iniciativa y este miércoles se ha reunido, por separado, con Colau y con la número dos de los neoconvergentes, Elsa Artadi. En rueda de prensa, el republicano ha detallado que ya ha articulado un equipo negociador -liderado por Robert Fabregat-, y ha iniciado "las primeras gestiones hacia el pleno de constitución del día 15" de junio, que dará paso a un alcalde republicano, ha dicho.

En esa fecha, se convocará el pleno municipal que votará una sola vez quién se hace con la vara. Será elegido quien logre la mayoría absoluta. En Barcelona, 21 ediles. Si ninguno lo consigue, se proclamará alcalde el concejal que encabece la lista con mayor número de votos en las elecciones y en caso de empate, se resolverá por sorteo.

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