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A pesar de mostrarse al alza hasta este mediodía, dispuesto a atacar la resistencia de corto plazo en los 1,1760 dólares, el euro se ha girado ligeramente a la baja (-0,53%; 1,1667 dólares) tras la rueda de prensa de este jueves del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.

La moneda única comenzó la jornada impulsada por el buen resultado de la reunión entre el presidente de los EEUU, Donald Trump, y el de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker. La guerra comercial parece haberse evitado por ahora y el euro lo ha celebrado con subidas esta manaña, pero ha buscado dirección en el comunicado del Banco Central Europeo (BCE) para estar su figura, y se esperaba que pusiera rumbo a los 1,1850 dólares.

Es el objetivo que fija para la moneda única Michael Hewson, analista de CMC Markets. Pero también avisa el experto de que desde un punto de vista técnico la divisa comunitaria se muestra muy presionada en el corto plazo y con poca fuerza para superar el nivel clave de los 1,1760. El dólar, por su parte, no tiene mejor aspecto después de debilitarse hasta un mínimo de dos semanas contra sus principales rivales en el índice que mide su desempeño. La causa, la distensión en materia de comercio exterior entre la Unión Europea (UE) y EEUU.

Respecto al acuerdo alcanzado entre Trump y Juncker este miércoles, el presidente del BCE ha afirmado que lo ve como "una buena señal", aunque "es pronto para opinar sobre el contenido del acuerdo". No obstante, cree que al menos indica que "hay la predisposición de discutir estos temas".

Y es que, en la rueda de prensa posterior a la reunión en Washington de este miércoles, Donald Trump aseguró que, en la reunión, ambos líderes habían acordado "trabajar juntos hacia cero aranceles". En un comunicado conjunto remitido poco después de la reunión, ambos líderes concretan que trabajarán para "reducir las barreras y aumentar el comercio de servicios, productos químicos, productos farmacéuticos, productos médicos y soja". Aseguran que quieren fortalecer "aún más" la relación comercial entre la UE y Estados Unidos, de más de un billón de dólares.

EL DÓLAR COGE FUERZA

Asimismo, la libra cae un 0,31% en su cruce contra el dólar. La divisa británica, que había recibido impulso el miércoles tras las noticias de que la misma primera ministra, Theresa May, asumirá las riendas de las negociaciones del Brexit, había logrado escalar por encima de los 1,32 dólares, hasta un máximo de nueve días desde donde retrocede marginalmente.

El yen, por su parte, había aprovechado el retroceso del dólar para dispararse a máximos de dos semanas y media, en los 110,59 por dólar y los 129,73 por euro. La divisa nipona seguirá con mucha atención la reunión del Banco de Japón del 30 y 31 de julio, ya que crece la especulación en el mercado que el banco central sopesa un cambio en su política monetaria ultra-flexible. No obstante, analistas de Danske Bank, no esperan que haya ningún anuncio en este sentido tan pronto como la semana próxima.

LAS TRES PREGUNTAS DEL BCE

Así las cosas, el mercado de las divisas tenía su mirada puesta en la cita de este jueves que los analistas anticipaban como prácticamente irrelevante, después de los “fuegos artificiales” del mes de junio. La decisión de tipos de interés del BCE, que ha resultado sin cambios, tal y como estaba previsto.

Draghi ha brillado poco en una comparecencia en línea con las expectativas del mercado, y es que de de las tres preguntas que planeaban sobre los anuncios de junio, el banquero central no se ha movido un ápice de la sentencia sobre los tipos y ha reiterado que se mantendrán en el mínimo histórico del 0% hasta "al menos durante el verano de 2019".

Sobre la política de reinversiones ha dicho en varias ocasiones que "aún no se ha empezado a discutir", aunque ha anticipado que la clave es "el capital". Y sí ha dado respuesta a una de las tres preguntas que planeaban sobre esta reunión de julio cuando ha sentenciado que los bonos griegos ahora no son elegibles para el 'QE'.

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