• aunque reclaman concreción a Draghi sobre el momento de las subidas de tipos
European Central Bank (ECB) president Mario Draghi

“Un banco central con el piloto automático, con ganas de cogerse vacaciones” o “una reunión que hasta los miembros del Consejo de Gobierno del BCE se podrían saltar”. Estas son algunas de las previsiones de los analistas de cara a la decisión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) de este mes de julio, que se espera muy tranquila después de los fuegos artificiales de junio. Aún así, los expertos también anticipan tres cuestiones fundamentales sobre las que el mercado exige claridad a Mario Draghi. La más relevante, “que explique exactamente qué quiere decir con ‘verano de 2019’”.

Además de mayor concreción acerca de la fecha de la primera subida de tipos, Berenberg, Allianz GI y Rabobank, creen que el banco central, que emitirá su habitual comunicado este jueves, en Fráncfort, a las 13.45 horas, debe arrojar luz sobre su política de reinversión de los bonos que están listos para madurar. Por último, firmas como Oxford Economics también esperan que el supervisor monetario se reafirme en que el fin de las compras de bonos será en diciembre de 2018 y desvele si se incluirá la renta fija griega en las operaciones de los últimos meses.

No obstante, todos los expertos consultados coinciden en que la reunión de junio del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) aportó mucha información y dibujó la estrategia de salida del banco central de su política ultra-expansiva: fin de las compras en diciembre de 2018 y primera subida de tipos en la segunda mitad de 2019. Por lo tanto, “es poco probable que se anuncie cualquier otro cambio importante durante la reunión de julio”, apunta Frank Dixmier, analista de Allianz GI.

PRECISIÓN SOBRE EL PRIMER INCREMENTO DE TASAS

Las palabras que el italiano pronunció en junio llevan a una “confusión deliberada”, para los expertos de Rabobank, un clima de incertidumbre al que no han ayudado los miembros del Consejo de Gobierno del supervisor, ya que tampoco han mostrado una postura consensuada sobre qué quiso dar a entender exactamente el presidente del BCE cuando dijo: “los tipos se mantendrán sin cambios por lo menos durante el verano de 2019”.

La debilidad de la inflación, especialmente la subyacente, que sigue alejada del objetivo del banco central y los riesgos en torno al crecimiento sugieren que el primer incremento de tipos en más de ocho años llegará más tarde que pronto y así lo ha descontado el mercado

“Fue sorprendente ver al BCE atarse las manos en el momento de su primera subida de tipos, un hito fundamental para los participantes del mercado”, expone por su parte Dixmier. Por lo que apuesta que sólo más adelante en el año el banco central profundice en su guía a los mercados y el grado de detalle dependerá “de la evolución del riesgo, del mercado y de los datos macroeconómicos”. Los analistas de Oxford Economics son más osados y se atreven a aventurar que es “poco probable” que el banco central incremente el precio del dinero por primera vez en más de ocho años antes de septiembre de 2019. “La debilidad de la inflación, especialmente la subyacente, que sigue alejada del objetivo del banco central y los riesgos en torno al crecimiento sugieren que el movimiento llegará más tarde que pronto y así lo ha descontado el mercado”, agregan.

En contraposición a estos comentarios, Florian Hense, economista de Berenberg, no cree que el banco central ofrezca explicaciones específicas sobre estas cuestiones y prevé que se limite “a reiterar sus mensajes previos”. Tampoco confía el experto en que provea pista alguna sobre la política de reinversión para los bonos que están listos para madurar, otro de los putos calientes de esta reunión del banco central.

’OPERACIÓN TWIST’ A LA EUROPEA

Estas operaciones se establecen “en un total de 150.000 millones de euros en los próximos 12 meses”, aventuran desde Allianz GI o en un "período de tiempo prolongado después del final de las compras de activos netos”, según la posición oficial del regulador. “En nuestra opinión, el BCE tiene aproximadamente dos o tres años en mente, por lo que se estirarán hasta al menos 2020 o 2021”, argumenta Hense. No obstante, hasta hoy no ha habido una comunicación sustancial sobre la política de reinversión y desde la firma alemana tampoco estiman que “se ofrezca información sobre el marco temporal de estas nuevas operaciones, aunque se haya empezado a discutir ya en el seno del BCE”.

En cambio, Dixmier sí ve altas posibilidades de que se establezca “un marco transparente, probablemente con cierto grado de flexibilidad para divergir de la clave de capital del BCE a corto plazo, y más detalles sobre la capacidad de invertir en valores a más largo plazo para contrarrestar la pérdida de duración en la cartera”.

¿COMPRAS DE BONOS GRIEGOS ANTES DEL FIN DEL ‘QE’?

Pero antes de que arranquen estas operaciones, el BCE debe ceñirse a lo prometido en junio: que el programa de compra de activos se finiquitará en diciembre de 2018. Desde Oxford Economics recuerdan que el cumplimiento de este anuncio depende de los datos económicos de los dos últimos trimestres del año, no obstante, sólo esperan que la expansión cuantitativa (QE por el término en inglés quantitative easing), se prolongue en caso de “una crisis inminente o una recesión”, escenarios poco probables.

Teniendo la casi certeza de que los estímulos finalizarán dentro de cinco meses, otra cuestión se plantea entre los expertos consultados: si los bonos del gobierno griego podrían ser elegibles para el BCE antes del final de las adquisiciones de activos netos. Cuando en agosto expire el paquete de 86.000 millones de dólares del último rescate, se hará evidente la necesidad del país de recibir apoyo financiero y su reingreso a los mercados de bonos globales. Por lo que, si la renta fija helena se incluye en el último tramo de adquisiciones del banco central “será una gran noticia para Grecia, que verá caer los costes de los préstamos y para la Eurozona, ya que si eslabón más débil recibirá respaldo del banco central”, indica Hordijk.

'BONUS TRACK': GUERRA COMERCIAL Y GUERRA DE DIVISAS

Si bien el mercado se ha preparado para que Draghi aborde en mayor o menor grado estas cuestiones, la rueda de prensa puede desembocar en una de las más suculentas que se recuerdan si el presidente del BCE decide recoger el guante lanzado por el presidente de los EEUU, Donald Trump, la semana pasada cuando atacó a la Eurozona y criticó que hayan mantenido extremadamente bajos los tipos y la divisa. Hense tiene claro que “una visión nueva de cómo la escalada de las tensiones comerciales podría afectar la economía de los socios comunitarios y la política del BCE puede ser lo más interesante de su reunión de este mes”.

Así, cuando se cumplen seis años de aquel 26 de julio en que el banquero central pronunció la frase que se ha convertido en el ‘leitmotiv’ de su mandato: “Haré cualquier cosa para salvar al euro. Y será suficiente”, el mercado aún espera mucho del presidente del BCE.

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