La recaudación por impuesto de matriculación de vehículos terminó el año con un importe total de 372,99 millones de euros, suponiendo un desplome del 39,4% respecto a los 616,13 millones de euros contabilizados en 2019, según datos de la Agencia Tributaria.
La pronunciada caída en los ingresos que este impuesto generó a las comunidades autónomas, se explica, según fuentes del sector, por el fuerte impacto que tuvieron la pandemia del coronavirus y los confinamientos sobre las matriculaciones de automóviles, así como la entrada en vigor, el 1 de enero de 2021, del nuevo ciclo de homologación europeo WLTP, que impulsó la venta de vehículos con menores emisiones y, por tanto, con una menor contribución fiscal.
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En 2020, los vehículos nuevos tuvieron un precio medio, incluido del impuesto de matriculación, de 19.341 euros, lo que significa un aumento del 7% interanual, con una cuota media a ingresar de 386 euros por vehículo, frente a los 473 euros en 2019.
Las emisiones medias de dióxido de carbono (CO2) de los vehículos nuevos matriculados en España fueron de 113 gramos, comparado con los 121 gramos del año anterior, debido al empuje de los modelos con menores emisiones por la llegada del WLTP.
En el último mes de 2020, la recaudación de este tributo, transferido a las CCAA, fue de 41,05 millones de euros, un 23,3% menos, con una cuota media por vehículos de 351 euros (464 euros un año antes). En diciembre, el precio medio de los vehículos, incluido el impuesto, fue de 20.647 euros, un 8,5% menos, mientras que las emisiones medias de CO2 bajaron hasta los 107 gramos, frente a los 119 gramos del año precedente.
