christine lagarde 20220414184817

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha acabado de completar el giro de su discurso sobre el endurecimiento de la política monetaria en la eurozona. La banquera central ha ido paulatinamente rindiéndose a la presión de los miembros del Consejo de Gobierno del organismo, que han presionado para que la entidad se una al coro de bancos centrales que combaten la inflación a base de subir tipos. Hace apenas 10 días, Lagarde ya reconoció que habría subida de tipos a inicios del verano. Ahora, ha ido más allá: "Es probable que estemos en condiciones de salir de las tasas negativas para fines del tercer trimestre", ha declarado.

En una publicación del blog del banco central titulado 'La normalización de la política monetaria en la eurozona', Lagarde ha confirmado las expectativas del mercado de que el BCE elevará su tasa de referencia por primera vez en más de una década en julio, en un intento por controlar la inflación récord de la zona euro, resultado del aumento de los precios de la energía que se extendió a otros bienes. "Espero que el programa de compras APP finalice muy temprano en el tercer trimestre", ha dicho la banquera central, "esto permitiría una subida de tipos en julio, en línea con la previsión", ha agregado.

Eso sí, ha querido marcar terreno al decir que "esto no constituiría un endurecimiento de la política monetaria; más bien, dejar los tipos de interés sin modificar en este entorno constituiría una relajación de la política, que no está actualmente justificada".

Lagarde ha añadido que si la inflación se estabiliza en torno al 2% a medio plazo, será adecuada una mayor normalización progresiva hacia el tipo neutral. Esto garantizaría que la demanda volviera a ajustarse a la oferta y que las presiones inflacionistas disminuyeran.

"Pero la situación a la que nos enfrentamos actualmente se complica por la presencia de shocks de oferta negativos. Esto crea más incertidumbre sobre la velocidad con la que se reducirán las actuales presiones sobre los precios, sobre la evolución del exceso de capacidad y sobre la medida en que las expectativas de inflación seguirán ancladas en nuestro objetivo", ha explicado.

Así, cree Lagarde que "hay argumentos a favor del gradualismo, la opcionalidad y la flexibilidad al ajustar la política monetaria", ha declarado la banquera central. De igual manera ha enfatizado que tenemos una guía importante para la política, que es generar una inflación del 2% a mediano plazo y el BCE tomará las medidas necesarias para hacerlo.

"Por esta razón, es prematuro en este momento discutir cómo las políticas de balance del BCE - en particular la reinversión del stock de activos adquiridos en el marco del PEPP y del APP que van a vencer - interactuarán con el proceso de normalización de los tipos de interés", ha puntualizado. Por el momento, "nuestros tipos de interés oficiales actuarán como instrumento marginal para ajustar la orientación de la política monetaria", ha insistido la banquera central.

Noticias relacionadas

contador