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El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, en la conferencia anual de la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS).BCE

Primero fueron filtraciones desde el seno del Banco Central Europeo (BCE). Los halcones no quisieron plegarse a la presidenta del organismo, Christine Lagarde, y empezaron a hacer ruido sobre una subida de tipos en julio, inmediatamente después del supuesto fin del programa de compra de bonos APP (Asset Purchase Programme) que se finiquitará en el segundo trimestre. Ahora, algunos miembros del Consejo de Gobierno del banco central han dado un paso al frente admitiendo que un incremento de la tasa de interés a inicios de verano es una posibilidad. Hasta el mismo vicepresidente del organismo, Luis de Guindos, ha reconocido que el banco central podría adoptar dicha decisión.

Este miércoles, el miembro del Consejo de Gobierno de Letonia, Martin Kazaks, ya se desmarcó validando una subida de tipos en el séptimo mes del año y señalando que las medidas de endurecimiento no tienen que esperar a que haya pruebas de crecimiento de los salarios. El responsable de políticas monetarias del banco central, Pierre Wunsch, ha declarado a 'Bloomberg' que el BCE podría elevar los tipos de interés oficiales por encima de cero antes de finales de año, lo que lleva a los operadores a apostar por tres subidas de un cuarto de punto del BCE en 2022. Wunsch ve julio como una posible fecha de inicio de las subidas de tipos.

Guindos, en una entrevista también con 'Bloomberg', ha dado validez a esta opción, con unas declaraciones que contrastan enormemente con lo anunciado por Lagarde en la rueda de prensa de la reunión del banco central del mes de abril, hace exactamente una semana. Cualquier decisión dependerá de las previsiones económicas del BCE en su próxima reunión de política monetaria de junio, aunque ya está "clarísimo" que una mayor inflación y un menor crecimiento formarán parte de la combinación, ha señalado Guindos.

"No veo ninguna razón por la que no debamos interrumpir nuestro programa de compra de activos en julio", ha añadido Guindos, en línea con la postura oficial del BCE, que la semana pasada confirmó que el programa de compras finalizará en junio, como muy tarde. "Para la primera subida de tipos tendremos que ver nuestras proyecciones, los diferentes escenarios", pero "desde la perspectiva actual, julio es posible y septiembre, o más tarde, también es posible. Veremos los datos y sólo entonces decidiremos". Hace apenas siete días, Lagarde enfatizó que la secuencia estaba clara: primero, acabar con las compras; después, subir tipos. "Aún no estamos allí", aseguró.

El Consejo de Gobierno del BCE lleva meses avanzando en la retirada de los estímulos de la era de la crisis y la semana pasada reiteró sus planes de seguir adelante, a pesar de la creciente incertidumbre sobre las implicaciones económicas de la guerra en Ucrania. Los operadores ven un 75% de posibilidades de que se produzca un movimiento de un cuarto de punto en julio, y se preparan para que el tipo de depósito llegue a cero en octubre. Sin embargo, numerosos analistas han descartado recientemente un alza de la tasa de interés justo después de la reunión de junio, a raíz de las palabras de Lagarde.

Guindos ha afirmado que el seguimiento de las expectativas de inflación y del crecimiento de los salarios será crucial para completar la evaluación del banco central. "Si empezamos a observar un desanclaje de las expectativas de inflación y los efectos de segunda ronda, esto va a ser un elemento clave para el futuro de la política monetaria", ha expresado. "El Consejo de Gobierno examina estos datos en cada reunión".

"El mensaje es muy claro en este sentido: veremos una mayor inflación y un menor crecimiento. Esto debería reflejarse en nuestras perspectivas de junio", ha señalado el vicepresidente del BCE, quien ha reconocido que "habíamos subestimado la inflación durante un tiempo". "Y ahora está el impacto de la guerra. Las consecuencias para la inflación son bastante claras. La inflación se está acelerando debido a los precios de la energía, los precios de las materias primas y los cuellos de botella de la oferta. Pero simultáneamente estamos viendo una reducción del crecimiento por el deterioro del comercio", ha explicado.

Eso sí, el vicepresidente del banco central ha declarado que incluso en el escenario severo "no vemos estanflación". Una recesión técnica tampoco está dentro de sus previsiones.

El mercado ha reaccionado con subidas en las bolsas europeas y en el euro, al tiempo que ha quedado muy pendiente de la comparecencia de la presidenta del BCE esta tarde. Lagarde participará en el debate del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre economía global, junto al presidente de la Fed, Jerome Powell.

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