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Desde la gran corrección del mes de mayo, los inversores del mercado de las criptodivisas han decidido aferrarse a cualquier noticia negativa sobre el bitcoin para desatar una nueva oleada de ventas en la mayor moneda digital del mundo. De poco sirve que el apoyo de los inversores institucionales y de gobiernos como el de El Salvador sea cada vez mayor, lo que augura un futuro prometedor para la creación de Satoshi Nakamoto, según defienden muchos analistas. Vetos, regulaciones o si Elon Musk se levanta con el pie izquierdo, son motivos para el pánico.

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La ruptura del soporte de los 30.000 dólares, que dibujó un mínimo de seis meses en los gráficos, pese a ser breve, es una buena muestra de que los bajistas aún tienen el control. Pese a que el dinero empezó a entrar de manera decidida, no se vislumbran catalizadores en el corto plazo que justifiquen un alza sostenida, al menos en el futuro inmediato.

De cara al segundo semestre de 2021, no obstante, algunos eventos pueden marcar un punto de inflexión en el camino de la reina de las criptodivisas y del ether, la unidad nativa de la red Etereum. Por un lado, el ya recurrente asunto de la aprobación de los fondos cotizados del bitcoin en EEUU, que se ha pospuesto a julio, tras la última decisión de la Securities and Exchange Commission (SEC), la agencia de valores estadounidense. Por otro, dos importantes implementaciones técnicas en el blockchain y Ethereum también tienen un gran potencial de mover los precios.

LA HISTORIA INTERMINABLE DE LOS ETF

Las peticiones de fondos cotizados se apilan en la mesa del supervisor de los mercados de EEUU, mientras los inversores miran hacia Canadá, que autorizó su primer ETF del bitcoin en febrero, y algunos más en las semanas siguientes. El primero y más grande, Purpose Bitcoin ETF, acumulaba 1.200 millones de dólares en activos bajo gestión en abril, apenas dos meses después de haber empezado a cotizar.

Nombres tan ilustres como Fidelity Investments, VanEck, WisdomTree Investments (WETF), SkyBridge Capital, Valkyrie Digital Assets y NYDIG Asset Management esperan el veredicto de la SEC, que sigue echando el balón hacia adelante. El aplazamiento más reciente lo ha padecido VanEck, que deberá esperar ahora a julio. La preocupación por la protección de los inversores es la razón principal que ha esgrimido el organismo.

Las expectativas no podrían ser más altas. "Parece una cuestión de cuándo -no de si- la SEC aprobará un ETF del bitcoin", indicó recientemente Todd Rosenbluth, jefe de investigación en CFRA. La aprobación, cuando llegue, “supondrá un momento más importante que la compra por parte de Elon Musk de 1.500 millones de dólares en bitcoins para la tesorería corporativa de Tesla, más significativo que el hecho de que PayPal permita a sus usuarios comprar, vender y mantener criptomonedas, y mayor que la OPV de Coinbase”, explica Nik Bhatia, profesor adjunto de finanzas y economía empresarial en la Universidad del Sur de California.

LAS ACTUALIZACIONES DEL BITCOIN Y EL ETHEREUM

La modernización de las dos redes más importantes de este mercado es otro gran hito que se espera con ganas. La primera en recibir cambios será Ethereum, que a mediados del verano, entre julio y agosto, acometerá una gran actualización conocida como ‘EIP1559’. "Bajo este críptico nombre encontramos una serie de modificaciones que afectarán presumiblemente al precio de la criptomoneda ether", explican Álvaro León y Luis Ruiz de Onyze, en una colaboración con Bolsamania. Las claves de la modernización de la red residirán en los cambios a nivel de tarifas y en la quema de transacciones de Ethereum.

Más adelante, entre finales de este año e inicios del próximo, llegará Ethereum 2.0, el inminente cambio del protocolo de Prueba de Trabajo (POW por sus siglas en inglés) -la resolución de problemas matemáticos para mantener la red- al de Prueba de Participación (POS por sus siglas en inglés) -basado en criterios como cantidad de moneda y tiempo en la red- como mecanismo de consenso. El POS es más amigable con el medio ambiente y sostenible.

Entretanto, el bitcoin mantendrá el protocolo POW, cuyo minado es mucho más contaminante y sigue en el ojo del huracán por la huella de carbono que deja. Sin embargo, también desplegará una serie de mejoras en noviembre, bajo el nombre en clave de ‘Taproot'.

Dos son las principales novedades: "Un incremento en la privacidad que hará indistinguibles las transacciones simples de las que involucran a varias firmas", señalan desde Onyze. Además, "la incorporación masiva de los ‘smart contracts’, uno de los mayores atractivos de la red de Ethereum y que hará ahora al bitcoin más atractivo para el mundo DeFi, esto es, de las finanzas descentralizadas", añaden.

De todo lo mencionado, "lo que creo que mayor interés y repercusión va a tener es sin duda las actualizaciones de los principales activos con mayor capitalización de mercado", indica Ruiz. Sobre la transición al POS y al uso de energías más limpias en el minado, "no se sabe a ciencia cierta si será el catalizador que espera el mercado", indica, "pero desde luego que será un gran paso hacia una mayor adopción por parte de las instituciones que hasta ahora todavía no han dado el paso , ya que muchos fondos de inversión trabajan con inversiones eco-friendly".

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