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La quebrada compañía de servicios financieros con criptomonedas BlockFi ha demandado a Sam Bankman-Fried y a su compañía Emergent Fidelity Technologies por las acciones de Robinhood que tenía la empresa y que fueron supuestamente pignoradas a BlockFi como garantía pocos días antes de que el ‘exchange’ FTX entrase en bancarrota.

La demanda de BlockFi, presentada en el mismo tribunal de Nueva Jersey en el que inició el proceso de quiebra, señala que ambas partes acordaron el pago de un prestatario no identificado, pignorando una acción común no identificada como garantía. Según informa ‘Financial Times’, medio que ha tenido acceso a los documentos de préstamo, el prestatario era Alameda Research, la firma de inversión de Sam Bankman-Fried.

En los días previos a la declaración de quiebra de FTX, el 11 de noviembre, Bankman-Fried intentó conseguir liquidez para evitar la bancarrota del ‘exchange’. En las hojas de cálculo que compartió con los inversores, ‘FT’ asegura que figuraban sus acciones de Robinhood como activo. Asimismo, el diario británico afirma que Bankman-Fried intentó vender las acciones de Robinhood utilizando la aplicación de mensajería segura Signal en los días previos a la declaración de bancarrota de FTX, incluso después de llegar al acuerdo anteriormente mencionado con BlockFi. Según ‘FT’, Bankman-Fried llegó a estar negociando por esas acciones hasta la noche del 10 de noviembre.

BlockFi también ha acusado a ED&F Man Capital Markets, custodio de Emergent, alegando que la firma radicada en Londres se había “negado a transferir la garantía a BlockFi”. La correspondencia legal presentada junto con la demanda muestra que ED&F Man se había negado a transferir los activos "en ausencia de una orden del Tribunal de Quiebras" en el procedimiento FTX en Delaware.

La petición de quiebra señala también una obligación de 275 millones de dólares con FTX como el segundo mayor pasivo no garantizado de BlockFi. FTX ha conseguido mantener su lista de acreedores en privado por el momento y BlockFi solo identificó tres reclamaciones no garantizadas.

Asimismo, Mark A. Renzi, asesor financiero de Berkeley Research Group propuesto para BlockFi, ha culpado directamente a Alameda Research de la quiebra de la compañía, ya que la firma de Bankman-Fried no pagó 680 millones de dólares de préstamos garantizados a la plataforma fundada por Zac Prince.

“Al igual que en el anterior episodio de tensión en el mercado, BlockFi tomó varias medidas proactivas para intentar limitar su exposición a FTX y Alameda a través de una combinación de llamadas de margen y recuperaciones de préstamos a plazo abierto. A principios de noviembre, BlockFi hizo una solicitud de préstamo adicional según los términos de su acuerdo con FTX que no se cumplió. A partir de entonces, Alameda incumplió aproximadamente 680 millones de dólares de obligaciones de préstamos garantizados a BlockFi, cuya recuperación se desconoce”, señaló en una declaración jurada ante el Tribunal de Quiebras de Nueva Jersey.

Tras esto, prosigue Renzi, BlockFi se enfrentó a un problema de liquidez que le obligó a limitar la actividad de la plataforma el pasado 10 de noviembre; el día 14 de noviembre, BlockFi congeló los retiros.

La declaración de quiebra de FTX impulsó a BlockFi a “tomar medidas para liquidar algunas de sus criptomonedas en propiedad para reforzar el efectivo disponible para financiar su negocio y los costos administrativos”. “A través de este proceso, BlockFi fue capaz de recaudar 238,6 millones de dólares de efectivo adicional, para una posición total de efectivo libre de cargas a la fecha de la petición de 256,5 millones de dólares”, explicó Renzi, quien señala que la compañía espera que “esta posición de efectivo sea suficiente para financiar los costes de estos casos del capítulo 11 y no está buscando la aprobación de la financiación del deudor en posesión en este momento”.

Cabe recordar que BlockFi firmó un acuerdo con FTX tras la caída del mercado de criptoactivos a mediados de año. El acuerdo, ratificado el pasado 30 de junio, proveía a BlockFi de una línea de crédito renovable de 400 millones de dólares, de los cuales 300 millones podían destinarse a “fines corporativos generales” y los 100 restantes “únicamente para financiar las obligaciones de BlockFi con sus clientes”. Según el diario ‘The Wall Street Journal’, la compañía utilizó prácticamente toda la línea de crédito y extendió millones de dólares en préstamos parcialmente garantizados por los tokens FTT de FTX a Alameda.

Asimismo, la declaración jurada de Renzi recoge que la compañía pidió prestados unos 275 millones de dólares, según la declaración jurada, y luego solicitó 125 millones más el 8 de noviembre. FTX no proporcionó los fondos solicitados y presentó su propio caso de bancarrota tres días después.

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