xi jinping prendra part au sommet sur le climat organise par biden 20210920140631
Xi Jinping, presidente de China.

China está tratando de capear su propia “tormenta perfecta”. A su insistencia en la política nacional de ‘Covid cero’ como medio para controlar el peor brote de la enfermedad desde el comienzo de la pandemia hay que sumar el temor a unas posibles sanciones occidentales por su velado apoyo a Rusia, la preocupación por la prolongación de las medidas contra sus gigantes tecnológicos y cierta decepción de los inversores nacionales con la flexibilización monetaria y fiscal prometida por Pekín. Sin embargo, los movimientos del Gobierno chino están convenciendo a Allianz Global Investors, que cree que el camino del gigante asiático para convertirse en la mayor economía del mundo sigue “intacto”.

Y es que China se encuentra en un punto crítico de su desarrollo. Según Allianz GI, la República Popular está en una etapa de consolidación como potencia mundial y, sobre todo, de desarrollo de su poder diplomático, que será lo que permita complementar su fuerza económica. “Se trata de un delicado acto de equilibrio, pero será fundamental para la estabilidad mundial durante la próxima década”, explican.

Esta fase, indican, también contempla un “cambio de enfoque interno”, ya que el país se propone mejorar la igualdad social para contribuir al crecimiento. Esto es esencial ya que el 90% de los ingresos de las empresas chinas que cotizan en bolsa proceden de la propia República Popular. “A medida que un mayor número de ciudadanos chinos disfrutan de un mayor poder adquisitivo, esto debería ayudar a proteger los mercados de valores del país del impacto de la inestabilidad geopolítica más amplia”, detallan.

En este crecimiento ha hecho mella su propia política de ‘Covid cero’: China pasó de ser el primer país que parecía dejar atrás la pandemia a implementar enormes confinamientos perimetrales como en Shanghái, una medida que llegó a afectar a 26 millones de ciudadanos y a colapsar la cadena de suministro global. Con todo, parece haber indicios de que el Gobierno de Xi Jinping suavice su postura, aunque la apertura total, calcula la firma alemana, no se producirá hasta 2023. Además, Allianz GI considera que, a corto plazo, es probable que los continuos brotes de Covid sigan afectando a la actividad económica, aunque no en la medida del primer semestre de este año.

“Aunque el objetivo del PIB, en torno al 5,5%, parece inalcanzable, China está decidida a recuperar el impulso económico de cara al importante Congreso Nacional del Partido Comunista que se celebrará en el cuarto trimestre”, agregan. En este sentido, los expertos de Pantheon Macroeconomics esperan que la economía china se expanda un 3,5% en 2022.

CHINA RELAJA SU POLÍTICA

Más de 280 valores chinos han sufrido recientemente a causa de una doble amenaza: la promesa de la SEC de excluir de bolsa a aquellas empresas que no cumplan las normas de auditoría estadounidenses antes de 2024 y la intervención del Gobierno en el sector tecnológico. No obstante, se ha podido saber que el Politburó chino podría acceder a las demandas de la SEC, al tiempo que el gigante asiático ha bajado sus tipos de interés y ha recortado el coeficiente de reservas obligatorias (el nivel de pasivo que deben mantener) de los bancos. Así, detallan desde Allianz GI, el impulso crediticio del país, que suele ser un indicador adelantado de la futura actividad económica, ha empezado a recuperarse.

“El Gobierno se ha asegurado anteriormente de que el impulso económico subyacente sea fuerte antes de tomar medidas para abordar los problemas estructurales subyacentes”, indican. Y es que la firma alemana cree que hay paralelismos con la situación vivida en 2018: pasar de un contexto de endurecimiento de la política nacional a una postura más relajada que permita que la renta variable china repunte.

“Estamos empezando a ver un retorno a un entorno político más favorable al mercado, ya que China afloja la política monetaria mientras la mayor parte del resto del mundo la endurece”, apuntan desde Allianz GI, una situación que “debería ser positiva para China, como demuestra la reciente estabilización del rendimiento de las acciones de clase A”. “Prevemos que la recuperación del impulso económico en el segundo semestre de 2022 también debería favorecer las valoraciones de la renta variable a medida que se recupere la confianza”, agregan.

CRECIMIENTO TEMÁTICO

En este contexto, Allianz GI señala que los inversores pueden aprovechar el previsible crecimiento de la renta variable china con estrategias de inversión temáticas que complementen las carteras básicas de acciones de clase A. Por ejemplo, estos analistas destacan que el enfoque estratégico del gigante asiático en la autosuficiencia económica, que se hace notar en “su esfuerzo por proporcionar la infraestructura tecnológica para apuntalar el crecimiento proyectado del país”, puede dar lugar a oportunidades en una serie de industrias, como las energías renovables, los semiconductores o el 5G.

Asimismo, señalan que la consecución de la autosuficiencia económica contribuirá a la mejora continua de la calidad de la fabricación china, en particular a través de un mayor uso de la robótica. “Unos procesos de fabricación más eficientes y eficaces pueden, a su vez, ayudar a las empresas chinas a ganar cuota de mercado frente a los competidores, tanto en el país como en el extranjero”, agregan.

Por otra parte, el aumento de la riqueza de los ciudadanos chinos puede traer nuevas oportunidades imprevistas, ya que los consumidores chinos dan prioridad a la salud y el bienestar. Otros enfoques temáticos podrían incluir la energía renovable, mientras que la energía solar y los vehículos eléctricos podrían beneficiarse de la promesa del gobierno de ser neutrales en cuanto a emisiones de carbono para 2060, con un pico de emisiones de CO2 en 2030. Además, las reformas financieras y la actual liberalización de los mercados de capitales de China también pueden beneficiar a algunas empresas del sector de los servicios financieros.

Sin embargo, Allianz GI avisa: al buen viento a favor en China le suele seguir una fuerte tormenta. Si bien es cierto que los rendimientos de las acciones chinas obteniendo rendimientos de aproximadamente el doble que los de sus homólogas europeas desde el año 2000, los mayores rendimientos vienen acompañados de una mayor volatilidad y de caídas a corto plazo, explican estos expertos.

“Históricamente, los periodos extremos de volatilidad en los mercados de renta variable de China han presentado algunas oportunidades de compra a largo plazo”, añaden, al tiempo que subrayan que “muchos valores parecen haber vuelto a niveles de valoración que, en nuestra opinión, ofrecen un buen potencial de riesgo-recompensa a largo plazo”.

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