El actor de Hollywood Kevin Costner tiene un extravagante capricho que ha sido visto con malos ojos por la mayor industria de cine del mundo, a pesar de que él quiere llevarlo a cabo.
Una de sus últimas ocurrencias como director ha sido la de dirigir un film de género western que tendría una duración estimada de 10 horas. Aun así, el dos veces ganador del Oscar de la Academia sigue empeñado en llevar a cabo su extravagante proyecto.
"Podría ser una historia épica muy larga y hermosa sobre Estados Unidos. A los estudios no les convence, no creen que los mercados internacionales quieran ver westerns. Pueden hacer remakes porque piensan que la gente ya conoce esas películas", comenta el actor.
PROBLEMAS CON SU ÚLTIMA PELÍCULA
Costner ya tiene experiencia en que le rechacen proyectos cinematográficos. Desde que estrenó la por entonces película más cara de la historia (Wondeworld), que luego sería un fiasco antológico de crítica y audiencia, el actor y director nunca ha llegado a levantar cabeza.
El último episodio llegó con su última película, Black or White, en el que el protagonista de 'Bailando con lobos' interpreta a un abuelo que, por una tragedia, queda a cargo de su nieta, una niña mulata huérfana de madre y cuyo padre, un hombre afroamericano con problemas de drogas, no quiso saber nada de su crianza, según publica Infobae.
"Pensé que era una película muy buena y que el mundo debía verla, pero los estudios no lo entendieron así. Yo no perdí mi interés por Black or White y tuve que cumplir con mi pasión", sentenció.
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