- La capacidad de los Gobiernos para adaptarse a los nuevos entornos, a debate
La lucha contra los delitos en Internet que ponen en peligro los datos bancarios y las transacciones de los internautas se ha convertido en uno de los grandes retos en la era de la tecnología. Los Gobiernos y las diferentes empresas afectadas llevan más de una década luchando contra este problema a través de diferentes medidas como puede ser una prueba del domicilio del usuario.
"Mi teléfono inteligente sabe más de mí que mi compañía de electricidad, así que, ¿por qué debería enviar una factura de servicios públicos?"
Unas estrategias que, según explica Lukas May en un artículo para TransferWise, no han sabido adaptarse al paso del tiempo, ya que desde 2001, tras los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, no se han renovado teniendo en cuenta los profundos cambios que han tenido lugar en el mundo de la tecnología e Internet.
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"Mi teléfono inteligente sabe más de mí que mi compañía de electricidad, así que, ¿por qué debería enviar una factura de servicios públicos? ¿Por qué tengo que presentar nada en absoluto?", se pregunta Lukas May, quien se muestra muy crítico con las políticas empleadas por diferentes instituciones financieras, que requieren documentos físicos para demostrar tu identidad real.
NUEVAS SOLUCIONES
Lukas May menciona al Grupo de Acción Financiera Internacional (FATF, por sus siglas en inglés) como el gran culpable del nacimiento de este tipo de actuaciones, compuesto por un total de 34 países, entre los que estaban representados los mayores centros financieros del planeta.
Una tendencia que, sin embargo, comienza a cambiar, ya que países como Reino Unido, según explica TransferWise, están comenzando a variar su rumbo, apostando por los entornos online y consiguiendo "reducir la molestia para la gente común y, al mismo tiempo, hacer frente con mayor eficacia los delitos financieros".
Entre estas nuevas estrategias que menciona Lukas May se encuentran acciones como la aceptación de documentos electrónicos para ser utilizados como pruebas de dirección o ampliar la definición de la identidad a aspectos más allá del nombre, la dirección y la fecha de nacimiento del cliente.
"El mundo ha cambiado para mejor. Es hora de que la lucha contra la delincuencia financiera se ponga al día", finaliza Lukas May.
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