La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha afirmado que su país tiene "los brazos abiertos" para acoger a los refugiados que huyen de situaciones de conflicto en Oriente Próximo, al margen de las "dificultades" económicas que pueda estar atravesando Brasil.
"En Brasil, en este momento de superación de dificultades, tenemos los brazos abiertos para acoger a los refugiados", ha dicho Rousseff, en un artículo publicado por el periódico 'Folha de Sao Paulo'. En este sentido, ha ofrecido ir a Brasil a quienes quieran "vivir, trabajar y contribuir a la prosperidad y la paz".
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Desde el inicio del conflicto sirio, en marzo de 2011, Brasil ha ofrecido más de 7.700 visados humanitarios a refugiados. Ahora, Rousseff ha abogado por ampliar este esfuerzo y ha apelado a la responsabilidad de Brasil como país, ya que tiene entre su ciudadanía a "más de diez millones de descendientes de sirio-libaneses".
La mandataria brasileña confía en que las guerras de Siria e Irak, origen de gran parte de los refugiados, ocupe un espacio importante en el marco de la Asamblea General de la ONU que empieza la próxima semana. Asimismo, ha reclamado acciones urgentes para abordar la crisis migratoria.
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