• Aunque reconoce que es tentador ponerse bajista en el actual momento del ciclo
  • Pero añade que el crecimiento económico seguirá impulsando las bolsas mundiales
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Hay que seguir comprando acciones en 2018. Al menos eso es lo que recomiendan los analistas de JPMorgan Cazenove de cara al próximo año, debido a varios factores. "Las acciones globales han tenido un fuerte comportamiento en lo que va de año, con subidas medias superiores al 20%. Es tentador volverse bajista tras este gran movimiento, sobre todo porque Estados Unidos está en su noveno año del ciclo económico y la liquidez de los bancos centrales va descendiendo. Sin embargo, pensamos que es demasiado pronto para vender y seguimos comprando acciones de cara a 2018", afirman estos analistas.

En su opinión, hay cinco razones que justifican este planteamiento, que se sitúa en línea con otros consejos lanzados por grandes bancos de inversión de cara al próximo ejercicio. El actual mercado alcista está en su fase final, pero nadie quiere perderse sus últimos 'coletazos', que además suelen estar caracterizados por la avaricia de los inversores.

1. Para JPMorgan, el crecimiento económico a nivel mundial "probablemente" permanezca por encima de la media durante los próximos doce meses, con todas las "regiones clave" participando de esta crecimiento sincronizado. "Los recortes de impuestos en EEUU se aprobarán, y pensamos que todavía no han sido totalmente descontados por el mercado", señalan.

2. En su opinión, las previsiones para las compañías estadounidenses no han incorporado el efecto positivo de la rebaja de impuestos en EEUU. Y esta es la segunda razón para comprar, porque los beneficios empresariales seguirán creciendo y "proporcionarán apoyo a las acciones".

3. Sobre la menor liquidez de los bancos centrales, comentan que "el endurecimiento monetario todavía está en su fase inicial". Y recuerdan que "ninguno de los últimos giros económicos empezaron con los tipos de interés reales por debajo del 2%".

Además, los indicadores cíclicos no han lanzado ninguna señal de alarma. Aunque la curva de rentabilidad de los bonos se ha aplanado, no es probable que se invierta hasta "al menos el segundo semestre de 2018". Y en este sentido, "es crucial que las acciones nunca han tocado techo antes de que la curva de rentabilidad de los bonos se invierta".

4. Sobre la rentabilidad de los bonos, JPMorgan anticipa que "debería subir", ya que las presiones sobre la inflación están aumentando. El petróleo ha subido un 40% en los últimos seis meses, la capacidad de utilización en la zona euro se encuentra al 84%, por encima de su media, y la tasa de paro se ha recuperado. Además, 2018 será el primer año en el que el Banco Central Europeo (BCE) no compre toda la oferta suplementaria de bonos.

En este escenario, JPMorgan señala que "cualquier aumento en la rentabilidad de los bonos será positivo para las acciones", ya que impulsará el cambio en la asignación de activos y ampliará el liderazgo del mercado.

5. Por último, estos expertos calculan que, en relación a los bonos y al crédito, las valoraciones bursátiles "permanecen poco exigentes y ofrecen una brecha de valoración de casi 300 puntos básicos".

Por último, como factor negativo, señalan que "no hemos visto una corrección completa desde hace un tiempo" y que "la geopolítica siempre puede sorprender de manera negativa".

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