• La entidad estadounidense está lista para ejecutar la tercera subida de los tipos en 2017
  • El BCE actualizará sus previsiones económicas antes de reducir las compras de deuda en enero
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El presidente del BCE, Mario Draghi, y la de la Fed, Janet Yellen

En menos de 24 horas, entre la tarde del miércoles y el mediodía del jueves, los inversores tendrán que digerir las novedades con las que tres de los principales bancos centrales del mundo, la Reserva Federal (Fed) estadounidense, el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra (BdI), despedirán el año. Porque las últimas reuniones del ejercicio coinciden esta semana, que se antoja clave para el remate final en los mercados.

La primera en 'disparar' será la Fed. La entidad presidida por Janet Yellen, que afronta su penúltima reunión al frente del banco central estadounidense antes de que su mandato caduque en febrero, dará a conocer sus decisiones el 13 de diciembre, a las 20 horas -en horario español-.

Como en los dos últimos ejercicios, todo indica que la Fed despedirá el año con un repunte de los tipos de interés. Eso sí, a diferencia de 2015 y 2016, en los que la subida de diciembre fue la única del ejercicio, en 2017 se tratará de la tercera. Los elevó un cuarto de punto en marzo, otro cuarto de punto en junio y en diciembre también está previsto otro ajuste de 25 puntos básicos, que encarecería el precio del dinero hasta el 1,25-1,5%. Es decir, su nivel más alto desde los históricos acontecimientos de octubre de 2008, cuando, tras la quiebra de Lehman Brothers, la entidad recortó el precio del dinero del 2% al 1,5%, primero, del 1,5% al 1%, después -en diciembre de aquel año aún daría un paso adicional, para dejarlo en el 0-0,25%-.

La Fed ejecutará esta semana su tercera subida de los tipos del año. Hay que remontarse hasta 2006 para ver tantos incrementos en un único ejercicio

Además, la Fed actualizará sus previsiones económicas y sobre los tipos de interés y la propia Yellen ofrecerá una rueda en la que explicará las decisiones adoptadas, ofrecerá pistas sobre los siguientes pasos de la entidad y valorará alguna de las últimas, como el inicio de la reducción del balance de la institución, iniciado en octubre. Toda ella será información sumamente sensible para los inversores. En particular, la relativa a las intenciones de la Fed con respecto a cuántas veces podría aumentar los intereses en 2018.

Hace tres meses, los pronósticos de los integrantes de la entidad contemplaban tres subidas adicionales durante el próximo ejercicio. Cualquier aumento o descenso en estas previsiones será relevante para el mercado en un año, el próximo, en el que además se producirá el relevo en la presidencia, después de que Donald Trump haya propuesto a Jerome Powell para suceder a Yellen.

¿UNA Y YA ESTÁ?

Con la decisión de la Fed aún caliente, el Banco de Inglaterra será el siguiente en 'actuar'. Anunciará su decisión sobre los tipos de interés el 14 de diciembre a las 13 horas. Esta cita vendrá marcada por la última que mantuvo la entidad gobernada por Mark Carney, puesto que el pasado 2 de noviembre elevó los intereses en un cuarto de punto, hasta el 0,5%, por primera vez desde 2007.

La sensación general del mercado es que, por ahora, con esta subida basta. Pero no resta trascendencia a la cita de este jueves, sobre todo por la sensibilidad existente con respecto a la situación económica británica en plena negociación del 'Brexit' con Bruselas.

INICIANDO LA DESCONEXIÓN

Tres cuartos de hora después de conocer la decisión de la entidad británica llegará el turno del BCE. Esta última cita del año vendrá marcada por ser también la última antes de que la entidad comience, a partir de enero, a reducir las compras mensuales de deuda de 60.000 a 30.000 millones de euros al mes. La institución tiene previsto mantener este volumen al menos hasta septiembre, con lo que bombeará otros 270.000 millones adicionales en 2018. Y luego, si la economía mantiene su crecimiento y la inflación se va acercando al objetivo de la entidad de situarla por debajo, pero cerca, del 2%, interrumpirá por completo las compras.

Esta hoja de ruta será validada en la cita de diciembre por las nuevas previsiones económicas que el BCE anunciará. En septiembre, pronosticó un crecimiento del 2,2% para 2017, del 1,8% para 2018 y del 1,7% para 2019 y una inflación del 1,5% para 2017, del 1,2% para 2018 y del 1,5% para 2019. Cualquier revisión al alza de las cifras de crecimiento e inflación avalará que, en efecto, el BCE afronta la recta final de su programa de compra de activos.

En el caso del BCE, la clave residirá en la actualización de las previsiones económicas, porque marcará el camino para la retirada final de las compras de activos en 2018

El calendario resulta clave porque el BCE ya se ha comprometido a dejar los tipos sin cambios "durante un período prolongado que superará con creces el horizonte de sus compras netas de activos". Así, cuanto antes acaben las compras, antes elevará los intereses, aunque como pronto no se esperan cambios hasta 2019. En estos momentos, y desde marzo de 2016, los intereses oficiales se encuentran en el 0% y los de la facilidad de depósito, claves para el negocio bancario, en el -0,40%.

CLAVES PARA EL REMATE

Esta triple cita con 'los señores del dinero' será determinante para el remate del año en los mercados financieros. O lo que es lo mismo, para saber si queda espacio para el famoso 'rally de Navidad'.

En Wall Street, desde luego, sería la guinda para un año fabuloso, puesto que los principales índices acumulan subidas comprendidas entre el 15% y el 25%. Y no sólo eso, puesto que esta ascensión ha conducido a niveles históricos, como los 24.000 puntos conquistados por el Dow Jones, un hito cuya trascendencia se comprende si se tiene en cuenta que hasta enero de 2017 nunca había roto la barrera de los 20.000 puntos.

En términos generales, la 'cosecha' bursátil de 2017 también está siendo positiva en Europa, con avances de doble dígito en los principales índices de Alemania, Francia e Italia. En el caso del Ibex 35 español también está en esa barrera, puesto que acumula un avance del 10%, aunque la sensación es que se ha perdido parte de la 'fiesta' en los últimos meses y que podría haber vivido un año mejor, después de que en mayo llegara a superar los 11.000 puntos.

En otros mercados, el euro, que empezó el año en los 1,05 dólares, se mueve por encima de los 1,17 dólares; el barril de petróleo Brent cotiza a 63 dólares, con una subida anual del 15%; y la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años se encuentra en torno al 2,40% y la del español a 10 años, en torno al 1,40%, tras despedir 2016 en el 2,47% y en el 1,4%, respectivamente.

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