- Gran parte de electorado desconoce a los candidatos y, por ello, dificulta la elección mediante la lista abierta
- La Cámara Alta podría ser fundamental en temas como: las reformas constitucionales y el asunto autonómico
Las elecciones del 26J volverán ha ofrecer, según indican las encuestas, un Congreso muy dividido donde será necesario pactar para lograr formar gobierno. En este escenario, los cuatro partidos: PP, PSOE, Unidos Podemos y C´s, basarán sus negociaciones en el acuerdo de diferentes reformas y propuestas, que se presentarán en el Congreso para poder llevarse convertirlo aplicarlo en sus posibles acuerdos de gobierno.
Pero, en estas conversaciones basadas en la suma de escaños en el Congreso para formar un Ejecutivo y los posteriores acuerdos de diferentes reformas que se votarán en la Cámara baja, se olvida un actor clave y fundamental para poder realizar estas importantes cambios estructurales que los grandes partidos llevan en su programa, el Senado.
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La Cámara Alta es considerada por gran parte del electoral con un órgano simbólico y, muchas ocasiones, a la hora de ejecutar el voto se encuentran por sorpresa de las papeletas de color sepia para elegir a los representantes de este organismo. Además de un color diferente de la papeleta, el un sistema de votación nada tiene que ver con el del Congreso. Una fórmula de listas abiertas en el que, entre el electorado español, se realiza con un gran desconocimiento sobre estos representantes de una institución que se encuentra terriblemente cuestionada.
Gran parte de electorado desconoce a los candidatos y, por ello, dificulta la elección mediante la lista abierta
¿CÓMO SE COMPONE EL SENADO?
La manera en la que se eligen a los senadores en nuestro país se realiza mediante circunscripciones electorales, que para los territorios peninsulares coinciden con las provincias, eligiéndose en cada una 4 senadores independientemente de la población de éstas.
Por otro lado, en Ceuta y Melilla se eligen a 2 senadores en cada una. Baleares, por su parte, elige 5 senadores (Mallorca 3, Ibiza y Menorca 1 cada una). Canarias elige 11: Santa Cruz de Tenerife 6 (Tenerife 3, El Hierro, La Gomera y La Palma 1 cada una) y Las Palmas 5 (Gran Canaria 3 y Lanzarote y Fuerteventura 1 cada una). En total 208 senadores de elección directa. Además, a día de hoy hay 58 senadores más, elegidos de forma indirecta, designados por las Comunidades Autónomas,
El voto para el Senado es directo, es decir, se vota a la persona y no una lista. En aquellas circunscripciones en las que se eligen 4 senadores, se puede votar hasta un máximo de 3 senadores. En las que 3, hasta un máximo de 2 y en las de 2 y 1, hasta un máximo de 2 y 1, respectivamente.
La Cámara alta podría ser fundamental en temas como: las reformas constitucionales y el asunto autonómico
En las pasadas elecciones hubo medio millón de personas que votaron en el Congreso y no en el Senado, pero además se registraron 3,5 veces más votos nulos y cinco veces más votos en blanco, según recoge el Norte de Castilla.
De los 208 senadores que se elegían, el PP obtuvo 124, que, sumados a los 21 que ya tenía por las autonomías le permitió superar la mayoría absoluta, situada en los 134 parlamentarios. El método de voto más frecuente es votar en el Congreso y en el Senado el mismo partido, ante el desconocimiento de los candidatos en la lista abierta.
¿PARA QUÉ SIRVE EL SENADO?
El Senado es la 'cámara territorial', que la mayoría de los partidos abogan por reformar, sirve en realidad para poco. Por ella pasan todas las leyes que se tramitan en el Parlamento después de concluir su trámite en el Congreso. Los senadores pueden cambiarlas o vetarlas con una enmienda a la totalidad. Pero siempre que alteren el contenido del texto, éste ha de volver a la Cámara baja para que los diputados ratifiquen los cambios o los levanten.
Como es el caso de una reforma constitucional, donde el Senado tiene mucho poder de bloqueo, y gran cantidad de partidos que acuden a las urnas en el próximo 26J, tienen propuestas de reforma constitucional. Por otro lado, está en la suspensión autonómica, que es conocido artículo 155 de la Constitución, uno de los recursos más debatidos para afrontar en asunto catalán, donde el estado podría intervenir en Cataluña, quitando competencias al Parlament si desobedece leyes o incluso al Gobierno de la Generalitat. Pero para aprobarlo se requiere la mayoría absoluta del Senado.
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