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Goodyear despedirá a unos de 500 empleados a nivel global, lo que supone una reducción aproximada del 5% de su plantilla, como parte de "unas medidas de reducción de gastos en respuesta a un entorno industrial desafiante y presión de costos impulsada por la inflación", ha indicado la empresa.
La compañía espera completar la reorganización de plantilla durante el primer y segundo trimestre de este año, y estima que le reportará unos costes de aproximadamente 55 millones de dólares, principalmente relacionados con indemnizaciones por despido en efectivo que pretende pagar en su mayoría durante la primera mitad de 2023.
Estas acciones no modifican los planes anunciados anteriormente de la compañía para cerrar su planta de fabricación de Melksham, Reino Unido, y salir de sus operaciones minoristas de TrenTyre en Sudáfrica.
“Nuestros resultados del cuarto trimestre no alcanzaron nuestras expectativas debido a un contexto de industria significativamente más débil, particularmente en Europa. Si bien nuestros negocios se han desempeñado a un alto nivel a través de la volatilidad de los últimos años, la perspectiva macroeconómica incierta a corto plazo y los continuos impactos de la inflación hacen que estas difíciles acciones sean necesarias para posicionar nuestro negocio para el éxito futuro", ha destacado Richard Kramer, presidente de la firma.
Desde la compañía subrayan que "la demanda global de la industria de neumáticos de repuesto se mantuvo débil en el cuarto trimestre, impulsada por una disminución del 12% en Europa, Oriente Medio y África", por lo que esperan que su unidad operativa en estas regiones presente unas pérdidas operativas de aproximadamente 80 millones de dólares.
"Si bien los costos de las materias primas y otros insumos han disminuido recientemente, la compañía busca impulsar la eficiencia para ayudar a compensar la inflación en otras áreas, como salarios y beneficios", valoran.
