- Utilizó la tarjeta corporativa para hacer pagos en locales de alterne
La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) vuelve a estar envuelta en polémica después de que la Audiencia Nacional condenara el martes a Pedro Farré, exresponsable de Relaciones Corporativas, a dos años y medio de prisión después de haber gastado 40.000 euros en prostíbulos con una tarjeta corporativa.
Además, la Audiencia también ha impuesto un año de cárcel para Ricardo Azcoaga, exdirector financiero de la entidad por encubrir los delitos de apropiación indebida y falsedad documental de Farré.
De hecho, este último alegó en el juicio que los gastos de su tarjeta de empresa se debieron al “agasajo corporativo” a “personas de especial relevancia social y artística”.
Acudía a los locales porque se reproducía música y podía preservar los derechos de autor
Aún así, el juez del caso, José María Vázquez, asegura en su sentencia que los dueños de los prostíbulos han relatado con “riqueza descriptiva” las visitas de Ferré a sus locales. “Siempre cogía un camerino, entraba a las cinco de la tarde con chicas y salía a las seis de la mañana del día siguiente, consumiendo copas, champán y cambiando de chicas”, recoge el magistrado.
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Además, el juez asegura que los argumentos de Farré son “disparatados” ya que el condenado ha llegado a testificar que acudía a estos locales porque “se reproducía música y podía realizar labores profesionales tendentes a preservar los derechos de autor”.
LAS 'TARJETAS OPACAS' DE LA SGAE
La sentencia, que es recurrible, sigue la pauta marcada con las tarjetas opacas de Caja Madrid y culpa al director financiero, Ricardo Azcoaga, por su permisividad con gastos injustificados.
Además, el juez ha rechazado la petición del abogado de la defensa, Jacobo Teijelo, de anular la causa al tener su origen en una filtración de un exagente del CNI que supuso la intromisión en datos personales del acusado.
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