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El PMI manufacturero de Estados Unidos, elaborado por la consultora Markit, se ha situado en marzo en mínimos de los últimos 21 meses, al caer hasta 52,5 desde 53,0, por debajo de la estimación de 53,6. Datos por debajo de 50 indican expansión en la actividad, pero la debilidad de este indicador ha vuelto a despertar la preocupación por la desaceleración económica.

Por su parte, el PMI servicios del mismo mes, más importante porque este sector supone dos tercios de la economía estadounidense, ha bajado hasta 54,8 desde 56,0 y también se ha situado por debajo del pronóstico de 56,0.

Estos datos son los preliminares del mes de marzo. El PMI compuesto, que une las dos referencias, ha bajado hasta 54,3 desde 55,5, por debajo del 55,2 anticipado. Una cifra que supone mínimos de los últimos seis meses. Markit ha destacado la desaceleración de la industria, ya que el crecimiento de la producción de bienes ha marcado mínimos de casi tres años.

Además, la nueva contratación aumentó al ritmo más débil en dos años, debido a la cautela en los patrones de gasto entre los encuestados y a un descenso de la confianza empresarial. Esa debilidad de la nueva contratación anticipa la subida más débil en la creación de empleo desde junio de 2017.

"Se ha abierto una brecha entre los sectores de manufacturas y servicios, ya que los productores y exportadores de bienes luchan contra el deterioro del entorno externo y las preocupaciones sobre el impacto de la guerra comercial", ha señalado Chris Williamson, economista jefe de Markit.

"La encuesta coincide con la medida oficial de que la producción manufacturera cayó a un ritmo mayor en marzo y, por lo tanto, actuó como un obstáculo para la economía en el primer trimestre", ha añadido este experto.

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