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El Ibex (+0,95%) ha conseguido esquivar las duda sobre la vacuna. La decisión de AstraZeneca de parar el estudio de la vacuna para el Covid-19 después de que un paciente cayera enfermo sin explicación ha lastrado a las bolsas en las primeras horas de la sesión. Pero han conseguido rebotar al calor de las subidas que se están registrando en Wall Street. Los principales índices neoyorkinos registran repuntes cercanos al 2% después de cerrar ayer un martes negro lastrado por las tecnológicas.
El continuo miedo que rodea al sector tecnológico está siendo un punto clave esta semana. En medio de este asunto están las relaciones entre China y EEUU, que siguen deteriorándose. Donald Trump ha hablado de "desacoplar" la economía estadounidense de China, ya que quiere que su país sea menos dependiente de la nación. China es el taller del mundo, ya que su coste de fabricación es muy bajo, por lo que no será fácil deshacer este vínculo, señalan los analistas.
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Trump quiere que las empresas estadounidenses traigan puestos de trabajo a EEUU, y puede que vuelva a amenazar a las que no lo hacen. Parece que el movimiento está dirigido a ganar apoyo antes de las elecciones presidenciales. "La relación con China está siendo tensa y ese fue un factor detrás de las caídas del martes", explica David Madden, analista de CMC Markets en Londres.
Mientras todo esto sucede, republicanos y demócratas aún no se han puesto de acuerdo sobre un paquete de ayudas para paliar los efectos del Covid-19. Se cree que los republicanos en el Senado podrían impulsar un paquete de 300.000 millones de dólares, y la votación podría tener lugar el jueves.
China ha publicado esta madrugada los datos de IPC de agosto. La lectura fue de 2,4%, lo que cumplió con las expectativas de los economistas. El informe de julio fue de 2,7%. La lectura del Índice de Precios de Producción de agosto fue de -2%, en línea con las previsiones. El nivel anterior era de -2,4%.
Por lo demás, los inversores miran ya a este jueves, cuando se celebra la reunión del Banco Central Europeo (BCE). Esta es la típica semana propia de una reunión de política monetaria del organismo: cargada de dudas e incertidumbres, lo que aumenta las esperanzas de que Christine Lagarde sea generosa. No se esperan cambios en la política monetaria en esta reunión pero, como siempre, servirá sin duda de catalizador para mercado, para bien o para mal.
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