- El organismo avisa a la Reserva Federal de que las subidas de tipos pueden tener consecuencias internacionales
- La evolución de los tipos de interés en Reino Unido dependerá de las perspectivas de inflación del país
Todos los miembros del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) votaron a favor de mantener los tipos de interés sin cambios en esta última reunión según las actas de la misma que se han publicado este miércoles. Así, se mostraron a favor de mantener los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5%.
Según recogen las actas de la última reunión del Comité de Política Monetaria, todos los miembros se mostraron de acuerdo en que era "adecuado" mantener sin cambios los tipos en el 0,5% en el contexto actual, que está evolucionado en general en línea con sus previsiones.
Sin embargo, para dos de los miembros, la decisión de mantener los tipos en el nivel donde permanecen desde el 5 de marzo de 2009 estaba "bien equilibrada" en el mes de junio con la opción de empezar a incrementarlos.
Asimismo, los nueve miembros del Comité apoyaron una reunión más mantener sin cambios el plan de compra de activos de la institución, cuyo importe asciende a 375.000 millones de libras (523.935 millones de euros).
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PELIGROS EN OTROS PAÍSES
En su análisis del contexto económico, el BoE señala que el ritmo con el que otros países comiencen a embarcarse en la normalización de la política monetaria, como es el caso de Estados Unidos, depende de sus propias circunstancias, aunque admite que estas políticas podrían tener "consecuencias a nivel internacional".
La normalización de política monetaria de la Fed podría tener consecuencias a nivel internacional
Sin embargo, el Comité se mostró de acuerdo en que la evolución de los tipos de interés en Reino Unido dependerá de las perspectivas de inflación del país y no se determinará por las medidas que adopten otras bancos centrales.
Por otro lado, añade que las perspectivas de crecimiento para la eurozona son mejores que hace seis meses, a pesar de la debilidad de algunos datos. Sin embargo, advierte de que un fracaso en las negociaciones de Grecia con sus acreedores sigue siendo un "riesgo significativo".
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