- A pesar de los riesgos, la renta variable sigue siendo la opción de inversión más atractiva para este año
- Las bolsas se apoyarán en la buena evolución macroeconómica en Europa
La renta variable es la principal apuesta de inversión para el año 2015. Sin embargo, no está exenta de riesgos.
Entre los aspectos que pueden generar problemas a la renta variable a lo largo del año estarían, en primer lugar, la situación griega, todavía pendiente de resolución; la incertidumbre que rodea las distintas elecciones en nuestro país y en países de nuestro entorno, como el Reino Unido; y los riesgos geopolíticos derivados de la situación que atraviesan Ucrania y los países de Oriente Medio. La incertidumbre podría verse incrementada con el muy posible aumento de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal americana en los próximos meses.
Estas son las principales conclusiones de la jornada sobre “Escenarios de inversión” organizada por Arquia, la banca para profesionales, que ha reunido a más de 100 inversores en el Hotel NH Collection Eurobuilding de Madrid.
Durante la jornada se ha realizado un repaso al escenario macroeconómico y a las oportunidades de inversión que ofrece. Los ponentes han coincido en que, a pesar de las rebajas de las previsiones de algunos emergentes, el crecimiento global podría acelerarse en 2015, de la mano de las economías avanzadas. En nuestro país, la recuperación viene liderada por demanda doméstica, con una reactivación del consumo en los hogares superior al 3%; inversión en bienes de equipo creciendo a doble dígito y la construcción en ligero ascenso.
La renta variable es una de las principales apuestas para este ejercicio, apoyada en los datos macroeconómicos positivos que refleja la economía europea, a lo que ha contribuido el aumento de liquidez del Banco Central Europeo. La mejora macroeconómica y la debilidad del euro están contribuyendo a un aumento de los beneficios de las corporaciones. Asimismo, algunos países, como Alemania, ya están experimentando un retorno al interés por la renta variable, tras fuertes salidas de fondos en el segundo semestre el año anterior.
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