El índice de confianza del consumidor de Estados Unidos, que elabora la Conference Board, ha aumentado en julio hasta los 117 puntos, frente a los 110,1 puntos registrados en junio. El dato ha mejorado las estimaciones del consenso, que esperaba un ascenso hasta las 111,8 unidades.
“La confianza del consumidor aumentó en julio de 2023 a su nivel más alto desde julio de 2021, lo que refleja los estallidos tanto en las condiciones actuales como en las expectativas”, destaca Dana Peterson, economista jefe de The Conference Board.
El índice de situación actual, basado en la evaluación de los consumidores de las condiciones actuales de los negocios y del mercado laboral, ha registrado un avance hasta los 160 puntos desde los 155,3 puntos del mes pasado.
Asimismo, el índice de expectativas, basado en las perspectivas a corto plazo de los consumidores para los ingresos, los negocios y las condiciones del mercado laboral, ha subido hasta los 88,3 puntos desde los 80 de junio.
Cabe destacar que las expectativas subieron por encima de 80, el nivel que históricamente indica una recesión dentro del próximo año, ya que "a pesar del aumento de las tasas de interés, los consumidores están más optimistas, lo que probablemente refleja una inflación más baja y un mercado laboral ajustado".
"Aunque los consumidores están menos convencidos de que se avecina una recesión, aún anticipamos una probablemente antes de fin de año", destaca el organismo.
Peterson subraya que "las evaluaciones de la situación actual aumentaron en julio debido a una visión más optimista de las condiciones de empleo, donde la diferencia entre los consumidores que dicen que los trabajos son 'abundantes' versus 'difíciles de conseguir' se amplió aún más".
"Es probable que esto refleje sentimientos optimistas sobre un mercado laboral que sigue teniendo un rendimiento superior. Cuando se les preguntó acerca de las condiciones financieras actuales de la familia, la proporción de encuestados que mencionaron una situación 'buena' aumentó, y los que citaron condiciones 'malas' disminuyeron, lo que indica que las finanzas familiares aún son saludables", añade.
Los analistas de Oxford Economics destacan que "el salto en la confianza del consumidor en julio no justifica cambios inmediatos en el pronóstico a corto plazo para el gasto del consumidor porque la relación es débil".
"Sin embargo, el aumento mejor de lo esperado en la medida del sentimiento del consumidor del Conference Board reduce nuestras probabilidades subjetivas de que ocurra una recesión en el cuarto trimestre. Históricamente, la confianza refleja dónde nos encontramos en el ciclo económico", añaden.
Desde Pantheon Macroeconomics apuntan que "todas las encuestas de consumidores parecen haber sufrido una mayor influencia política en los últimos años, lo que ha llevado a una relación más irregular entre la confianza y el gasto".
