l ere d une inflation ultra basse a peu de chances de revenir dit lagarde
1,0791$
  • 0,0001$
  • 0,01%

Casi 20 años de fortaleza del euro frente al dólar han llegado a su fin esta segunda semana de julio. Ni en los peores momentos de la crisis de la zona euro, ni durante el Brexit, ni siquiera en los meses más duros de la pandemia mundial del Covid, había llegado la tan largamente vaticinada paridad entre el euro y el dólar. Pero las circunstancias actuales son inéditas, casi tanto como lo es el cambio 1:1, que, además, abre las puertas a que el euro acabe cediendo hasta los 0,95 o 0,90 dólares.

El elemento diferente es, sin duda, la inflación. En los años de vida de la moneda única, es la primera vez que se ha visto semejante presión de los precios en la zona euro. Las históricas cifras del Viejo Continente van a la par con un IPC en EEUU que no se alcanzaba desde 1981. Y, además, el contexto de guerra en Europa y la crisis energética que se deriva también es un elemento de esta ecuación que no se había vivido jamás.

"El euro está débil en primer lugar porque el mercado se está dando cuenta de que quien paga la factura de las sanciones a Rusia es Europa, no Estados Unidos", comenta Víctor Alvargonzález, director de estrategia y socio fundador de Nextep Finance. "Las probabilidades de entrar en recesión son cada vez mayores en Europa que en EEUU. Y en todo caso si ambos entran en recesión la europea será más profunda y duradera", añade.

Habla el estratega de que "también hay una cuestión psicológica". "La imagen de los alemanes sufriendo racionamiento de calefacción y agua caliente no dice mucho a favor de la economía europea". "Y Las divisas son un termómetro de la economía y la pujanza o debilidad de los países", enfatiza.

Si el contexto inflacionista ya es complicado de por sí, la consecuencia más importante de un euro débil es aquella de la que menos se habla: "El impacto inflacionista", asevera. El mayor problema que tiene actualmente la economía europea y la española, en particular, es la inflación. Cuando el euro se debilita nos sale más caro todo lo que compramos fuera, es decir, importamos inflación. Especialmente cuando el grueso de la inflación europea se debe al aumento del coste de la energía, los alimentos y las materias primas en general.

Las consecuencias para los mercados son evidentes, dicen estos expertos: "Las bolsas que tienen más probabilidades de volver a la tendencia alcista son aquellas en las que antes baje la inflación. Y un euro débil no ayuda a bajar la inflación, más bien al contrario", argumenta Alvargonzález.

Se argumentará que un euro débil ayuda a las exportaciones o que mejora la valoración de los balances de las empresas españolas o europeas en el exterior. Siendo esto cierto, "estos beneficios no es ni remotamente comparables al daño que hace ahora mismo la inflación la economía europea y el hecho de que un euro débil la haga persistente", declara.

Si no tuviéramos el grave problema inflacionista que tenemos en Europa y especialmente en España cree el experto que "un euro débil no sería tan grave, puesto que ayuda a vender mejor en el exterior, puesto que nuestros productos resultan más competitivos en precio cuando nuestra divisa se devalúa. Y lo mismo se puede decir del turismo"

Por otra parte, a más inflación, más deberes para el Banco Central Europeo (BCE), que "probablemente esperaba que la recesión facilitaría a su tarea, puesto que la recesión reduce el consumo y la inversión y por lo tanto "ayuda" a que bajen los precios", señala el experto. "El euro débil complica su tarea y podría obligarle a subir los tipos más de lo que les gustaría".

El mercado ha descontado una subida de tipos de 25 puntos básicos en julio, que es la anunciada por el mismo banco central, comentan los analistas de Rabobank, e indican que "es poco probable" que "impida la caída del euro", sobre todo teniendo en cuenta que el foco está cada vez más en los riesgos de recesión de la zona euro. "Incluso una subida de 50 puntos básicos este mes podría servir de poco para apoyar a la moneda".

El euro también está débil porque en Estados Unidos los tipos de interés son mucho más altos que en Europa. "Los tipos de interés son el precio del dinero y el dinero va donde recibe mejor remuneración y el BCE va con mucho retraso respecto a la Fed en lo que a subida de tipos se refiere", apostilla Alvargonzález.

Noticias relacionadas

contador