Los partidos independentistas acuden a la mesa de negociación con el Gobierno, que se pone en marcha a las 16,30 horas del miércoles, con nulas esperanzas de obtener resultados. Sus exigencias (referéndum, amnistía...) están en las antípodas de lo que el PSOE está dispuesto a ofrecer y la proximidad de las elecciones catalanas -aún sin fecha- da poco margen para que cedan terreno. Por lo tanto, su objetivo, más allá de arrancar las negociaciones, es aprovechar este púlpito excepcional para protagonizar uno de los primeros actos de campaña.
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De ahí que ambos partidos hayan ido sumando nombres a la lista de la delegación catalana, hasta convertirla en una comitiva mucho más voluminosa de lo deseable por Moncloa. La excusa es que el president de la Generalitat, Quim Torra, y el vicepresidente, Pere Aragonés, sólo estarán presentes en el inicio de estos contactos, que se prevén largos, o en los momentos que sea necesario alcanzar acuerdos. Pero Torra ha incluido a altos cargos de los junteros en la mesa, entre ellos los fieles al expresident, Carles Puigdemont, como la diputada de JxCat, Elsa Artadi o el exjefe de gabinete de Torra y Puigdemont, Josep Rius.
ERC no iba a ser menos y también figuran nombres fuertes de los republicanos, como la secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta y el diputado de ERC, Josep Maria Jové. Todos ellos acompañarán a la delegación estrictamente del Govern que, además del president y el vicepresident, incluye, por los postconvergentes, al nombre que más fuerte suena para reemplazar a Torra cuando quede inhabilitado, el conseller de Políticas Digitales, Jordi Puigneró. 'Esquerra' ha designado al conseller de Acción Exterior, Alfred Bosch, quien junto al mismo Aragonès y al president del Parlament de Catalunya, Roger Torrent, se postulan para encabezar la candidatura de los republicanos en las elecciones.
La jugada de republicanos y junteros ha suscitado las críticas del PSOE, que ven "intereses partidistas" en la composición de la mesa. Según explican fuentes conocedoras, revelan "la pugna existente entre ambas formaciones", que se acelera en la antesala del proceso electoral que la comunidad vivirá entre verano y otoño. Y se muestran muy críticos, ya que la designación de miembros se ha hecho, a su juicio, con el fin de "contentar a las familias del independentismo" y no velando por el interés de los catalanes.
La postura del socialismo es clara: blindar la mesa exclusivamente a los gobiernos, para que los intereses de las formaciones no contaminen los asuntos bajo discusión. "Es una mesa de negociación entre gobiernos y sólo deben ser los gobiernos los que valoren y decidan las composiciones", declaraba la portavoz del PSC en el Parlament, Eva Granados.
De hecho, los representantes del Ejecutivo central son todos miembros del propio Ejecutivo: el presidente, Pedro Sánchez; los vicepresidentes Carmen Calvo y Pablo Iglesias, y los ministros María Jesús Montero, Salvador Illa, Carolina Darias y Manuel Castells. Este lunes se sumó el nombre del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, con una función más de partido de que de Gobierno, según revelan desde el entorno socialista.
LA EXPLICACIÓN DE LA GENERALITAT
Mediante un comunicado, el Govern ha afirmado que la delegación catalana en esta mesa de diálogo debería estar formada por el expresidente Carles Puigdemont, el exvicepresidente Oriol Junqueras, el exdiputado de JxCat y expresidente de la ANC Jordi Sànchez, y la secretaria general de ERC, Marta Rovira, pero que "su situación es de prisión y exilio como consecuencia de la represión política y esto impide un funcionamiento normal de negociación".
También destaca que tanto Vilalta como Jové, encausado por la organización del 1-O, repetirán en un equipo negociador, ya que fueron, junto a Gabriel Rufián, los encargados de ERC de negociar el acuerdo de investidura con el PSOE que estableció la creación de esta mesa de diálogo.
Por su parte, la exconsellera de Presidencia y actual diputada y concejal de JxCat Elsa Artadi, también tiene experiencia en negociar con el Gobierno: fue una de las dirigentes del Govern que encabezó las conversaciones con el Ejecutivo de Pedro Sánchez en 2018 y asistió al encuentro del Palacio de Pedralbes, aunque ese intento de diálogo finalmente fracasó.
Alfred Bosch, el encargado de la Acción Exterior de la Generalitat, que ha generado varios choques con el Gobierno por el despliegue de las delegaciones del Govern en el exterior, será el conseller de ERC presente en la mesa de diálogo.
El dirigente de JxCat externo del Govern que estará en la mesa de diálogo será Josep Rius, que ejerció como jefe de gabinete de Puigdemont durante la legislatura del 1-O y ocupó el mismo cargo con Torra hasta que fue nombrado director general de Análisis y Prospectiva de la Generalitat.
