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Jerome Powell, presidente de la FedREUTERS/Sarah Silbiger
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Wall Street ha cerrado este miércoles con signo mixto (Dow Jones: +0,14%; S&P 500: +0,03%; Nasdaq: -0,11%) después de que se haya confirmado lo que el mercado esperaba sobre la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). El banco central estadounidense ha bajado los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta la horquilla del 1,75%-2,00%. Una decisión que ha justificado por las "débiles presiones inflacionistas" y que Jerome Powell considera que sigue estando dentro del "ajuste de medio ciclo".

Esta bajada de tipos se había puesto en duda tras los ataques en Arabia Saudí. Se descuenta que la subida del petróleo provocará un repunte de la inflación mayor de lo previsto en EEUU, por lo que los inversores consideraban que se limitaba la capacidad de la Fed para seguir bajando los intereses.

Según datos de CME Group, hace una semana el mercado descontaba al 92,3% una rebaja de tipos de 25 puntos básicos. El lunes, esa posibilidad cayó hasta el 62%; el martes volvió a bajar con fuerza hasta el 47% y este miércoles ha vuelto a subir hasta el 70%.

LA INFLACIÓN Y EL PETRÓLEO

Este gran cambio en las expectativas del mercado se explica por un repunte de las expectativas de inflación debido a los ataques registrados en Arabia Saudí. El crudo bajó un 4% este martes tras confirmar el régimen saudí que restaurará la producción de manera más rápida de lo esperado. Pero la posibilidad de nuevos ataques al suministro añadirá una prima de riesgo a la cotización del petróleo, que según los cálculos más conservadores será de 5 dólares.

El crudo West Texas ha caído un 1,99% al cierre del mercado estadounidense, hasta 58,16 dólares, después de que Donald Trump haya ordenado aumentar las sanciones económicas a Irán. Los inversores descuentan que, por el momento, no está sobre la mesa una intervención militar.

"Los recientes desarrollos del mercado petrolero probablemente ejerzan una mayor presión al alza sobre las expectativas de inflación de EEUU", señalan desde Citi. Su previsión es que el precio del crudo aumente "10 dólares por barril", aunque la clave será comprobar si esta subida es temporal o sostenida. Los expertos de S&P Global Ratings destacan que "el ataque contra Saudi Aramco destaca los altos riesgos geopolíticos de la región y los riesgos para la producción".

Los analistas de Berenberg señalan que los repuntes imprevistos y verticales del precio del petróleo "actúan como un impuesto sobre los consumidores de petróleo". Y esto puede ser un lastre adicional para el crecimiento global "en un momento en que la confianza ya es frágil".

Desde ING, señalan que "un aumento prolongado en el precio del petróleo" puede ser "una amenaza para la flexibilización de la Fed". Por ello, anticipan un tono más neutro por parte del banco central y de su presidente, Jerome Powell, durante la rueda de prensa de este miércoles.

TENSIÓN EN EL MERCADO INTERBANCARIO

Por otra parte, están produciéndose tensiones en el mercado interbancario de EEUU que han obligado a la Fed a inyectar liquidez por valor de 150.000 millones de dólares para contener los intereses que se pagan en este mercado. El coste de pedir prestado efectivo a través de acuerdos de recompra, conocidos como repos, aumentó el martes por la mañana hasta el 10%.

Esta tasa de interés, conocida como 'depo rate', está reflejando una fuerte tensión financiera en el mercado monetario americano que a su vez está complicando la financiación empresarial a corto plazo. La Fed de Nueva York ha realizado este miércoles la segunda subasta consecutiva por valor de 75.000 millones de dólares en la que acepta bonos del Tesoro y otros valores como garantía y, a cambio, proporciona efectivo.

EMPRESAS Y OTROS MERCADOS

En la actualidad empresarial, la empresa de transporte Federal Express (FedEx) se ha desplomado un 12,93% tras decepcionar al mercado con sus resultados trimestrales.

En otros mercados, el euro se ha depreciado un 0,37%, hasta 1,1033 dólares. Además, en el mercado de deuda, la rentabilidad del bono americano a 10 años ha caído hasta el 1,79%, mientras el rendimiento del bono a 2 años ha subido al 1,75% y el del bono a 3 meses cae al 1,97%. La curva de tipos ha deshecho su inversión en el tramo de 2 a 10 años, lo que da un respiro a los inversores que temen una recesión para la economía estadounidense.

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