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Jerome Powell afronta otra reunión complicada al frente de la Reserva FederalREUTERS/Sarah Silbiger

Menos bajadas de tipos de interés en Estados Unidos. Esa es una de las primeras consecuencias que está anticipando el mercado después de los ataques a las principales instalaciones petrolíferas de Arabia Saudí. Los inversores descuentan que la subida del petróleo provocará un repunte de la inflación mayor de lo previsto en EEUU, lo que limitará la capacidad de la Reserva Federal (Fed) para seguir bajando los intereses.

Si hace una semana el mercado descontaba claramente una bajada de tipos este miércoles por parte de la Fed, ahora las probabilidades se han desplomado para esta reunión y también para los próximos encuentros del banco central estadounidense.

Según datos de CME Group, hace una semana el mercado descontaba al 92,3% una rebaja de tipos de 25 puntos básicos. El lunes, esa posibilidad cayó hasta el 62%; este martes volvió a bajar con fuerza hasta el 47%., aunque este miércoles ha repuntado de nuevo hasta el 70%.

Para la reunión de octubre, si hace un mes nadie esperaba que la Fed mantuviera los intereses en el 2,00%-2,25% actual, ahora esa posibilidad es del 19%. Y la posibilidad de que hubiera dos recortes de tipos (uno en septiembre y otro en octubre) ha bajado hasta el 25% desde el 83%.

Este gran cambio en las expectativas del mercado se explica por un repunte de las expectativas de inflación debido a los ataques registrados en Arabia Saudí. Aunque el crudo bajó un 4% este martes tras confirmar el régimen saudí que restaurará la producción de manera más rápida de lo esperado, la posibilidad de nuevos ataques al suministro añadirá una prima de riesgo a la cotización del petróleo, que según los cálculos más conservadores será de 5 dólares.

"Los recientes desarrollos del mercado petrolero probablemente ejerzan una mayor presión al alza sobre las expectativas de inflación de EEUU", señalan desde Citi. Su previsión es que el precio del crudo aumente "10 dólares por barril", aunque la clave será comprobar si esta subida es temporal o sostenida. Los expertos de S&P Global Ratings destacan que "el ataque contra Saudi Aramco destaca los altos riesgos geopolíticos de la región y los riesgos para la producción".

Remi Olu-Pitan, gestora de Schroders, afirma que un repunte sostenido del petróleo presionaría al alza la inflación. "En este escenario, los bancos centrales se verían obligados a cambiar su enfoque de estimular el crecimiento económico a controlar la inflación, lo que a su vez sería doloroso para los mercados de renta variable", comenta esta experta.

Los analistas de Berenberg señalan que los repuntes imprevistos y verticales del precio del petróleo "actúan como un impuesto sobre los consumidores de petróleo". Y esto puede ser un lastre adicional para el crecimiento global "en un momento en que la confianza ya es frágil".

Según sus cálculos, una subida de 10 dólares en el precio del barril de crudo provoca un repunte del IPC de la zona euro del 0,3% en dos meses, lo que a su vez "reduce el crecimiento de los ingresos reales disponibles en la misma magnitud". Estos afectos pueden ser especialmente perjudiciales "para los países que ya están al borde de la recesión", ya que marcaría "la diferencia entre el estancamiento o una leve contracción del PIB", sobre todo en Alemania e Italia.

Neil Wilson, analista de Markets.com, señala que la Fed debe prestar a un repunte de la inflación subyacente, aunque no es su medida favorita para analizar la evolución de los precios. Este indicador se encuentra en el 2,4%, máximos de 11 años, y aunque su avance es considerado transitorio, en el momento actual supone "un factor de preocupación" para el banco central.

Gilles Moëc, economista jefee de AXA IM, asegura que "la aceleración de los precios de consumo subyacentes hasta el 2,4% no viene en el mejor momento", pero añade que "en el contexto de incertidumbre, es probable que la Fed se centre más en los riesgos globales que hay por delante que en los datos de EEUU".

Desde ING, señalan que "un aumento prolongado en el precio del petróleo" puede ser "una amenaza para la flexibilización de la Fed". Por ello, anticipan un tono más neutro por parte del banco central y de su presidente, Jerome Powell, durante la rueda de prensa de este miércoles. Así las cosas, la pelota vuelve a estar en el tejado del banco central más poderoso del mundo.

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