• El Estado ingresaría menos por impuestos y tendría menos compradores para la deuda
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El posible acuerdo del Gobierno y Podemos para suprimir las sicav tendría muchos perdedores, algunos inesperados. Por supuesto, la industria española de gestión de activos, tanto bancaria como independiente. Pero no solo ella. Estas sociedades invierten gran parte de su patrimonio en España y dejarían de hacerlo, lo que perjudicaría a los brokers locales, al mercado español (BME)... y al Tesoro, que tendría más dificultades para colocar la deuda pública, e incluso a Hacienda.

"Todo el mundo pierde, es un sinsentido para todos", sostiene Daniel de Fernando, socio director de MdF Family Partners, que resume la opinión generalizada en el sector financiero respecto a la posible desaparición de las sicav (aunque el Gobierno desmiente que exista un pacto con Podemos). Los profesionales coinciden en que se trataría de una medida puramente demagógica en busca de votos y que sus promotores no conocen o no han medido las consecuencias. Porque serían muy negativas para muchos colectivos y para España como país.

Como explicó ayer Bolsamanía, existen varias alternativas para los actuales propietarios de una sicav. Las principales son pasar el dinero a fondos de inversión (que tienen las mismas ventajas fiscales que estas sociedades) o llevarse el vehículo a Luxemburgo. En ambos casos, se va a perder la actual proximidad con España que lleva a que la mayoría de las sicav tengan buena parte de su patrimonio invertido en bolsa y deuda españolas, ya que los nuevos gestores del mismo -la mayoría de los fondos son internacionales- serán extranjeros. Y como estamos hablando de un patrimonio superior a 30.000 millones, eso va a tener duras consecuencias sobre varios actores:

LOS BROKERS ESPAÑOLES

La industria de intermediación bursátil española ya estaba bastante golpeada por la famosa norma MiFID II, y esto puede ser el tiro de gracia. Esta directiva europea le obliga a tener acceso a varias plataformas para ofrecer el mejor precio en cada momento a sus clientes ('best execution') y a asumir unos grandes costes regulatorios y de cumplimiento. Además, aquellos que producen análisis para fondos e instituciones a cambio de que operen con ellos van a tener que cobrarles por él, y casi nadie está dispuesto a pagarlo (salvo a precios muy baratos y de forma muy selectiva).

Si ahora encima se quedan sin la mayor parte del flujo de la operativa de las sicav, apaga y vámonos. Esto puede ser especialmente grave en los brokers bancarios, que viven en buena medida de las comisiones que generan los fondos y sicav que gestiona la propia entidad y que muchas veces se generan artificialmente al "dar una vuelta" innecesaria a las carteras (en el mundillo eso se llama "la centrifugadora") solo para generar comisiones. En todo caso, esta pérdida de negocio se traducirá en reducciones de plantilla e incluso cierres de las firmas más pequeñas o menos rentables.

BME

Este mayor desapego de nuestro país reducirá también el volumen de negocio de los diferentes mercados que gestiona el holding BME (Bolsas y Mercados Españoles): renta variable, deuda, derivados, etc. Además, las propias sicav cotizan en el MAB, que con esta medida perderá unos 2.700 valores que pagan cánones y comisiones al mercado.

EL TESORO PÚBLICO

Siguiendo este razonamiento, el mayor perjudicado será el mayor emisor de valores de España. Y ese es el Tesoro Público, el que emite la deuda del Reino de España, y más que va a tener que emitir con los planes del Ejecutivo socialista de elevar el gasto público y el déficit. Ahora mismo, la cartera de las sicav está muy invertida en bonos del Estado español, ya que los altos patrimonios priman las inversiones seguras. En el futuro, con ese dinero en Luxemburgo o mayoritariamente en fondos internacionales, esos bonos serán mayoritariamente de otros países. Eso implicará más dificultades para colocar la deuda pública española, lo cual suele significar tipos de interés más altos que pagaremos los contribuyentes.

HACIENDA

A primera vista, parece contradictorio que una medida que pretende acabar con un privilegio fiscal perjudique a Hacienda. Pero así es, por varios motivos, según las fuentes del sector consultadas. En primer lugar, porque la mayoría va a optar por soluciones que no impliquen pasar por caja, como la fusión con fondos o el traspaso a Luxemburgo, y solo se van a transformar en sociedades normales aquellas que tengan minusvalías o plusvalías muy pequeñas. Por otro lado, aunque las sicav tributan poco, tributan algo; y esos ingresos se van a perder.

Además, está el impacto fiscal de las consecuencias descritas antes: la desaparición de brokers y la reducción de empleo en el sector reducirán los ingresos de Hacienda; y el posible aumento de los intereses de la deuda incrementará los gastos financieros del Estado.

LA BANCA PRIVADA

Es decir, las entidades dedicadas a la gestión de altos patrimonios. Las sicav tienen que contar con una gestora de activos registrada en la CNMV, y la mayoría son firmas españolas -bancarias e independientes- o sucursales en nuestro país de bancos privados extranjeros. Con la supresión de las sicav, se quedarán sin las comisiones de gestión de estos vehículos y, sobre todo, sin las jugosas retrocesiones de los fondos que tienen en cartera. Volvemos a lo mismo: menos ingresos implican reducciones de plantilla y cierres de las entidades más débiles.

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