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Esta vez parece que sí viene el lobo. El Gobierno de Pedro Sánchez está dispuesto a sacrificar las sicav -los vehículos con que invierten altos patrimonios como Koplowitz, Abelló, Del Pino, Ortega, March, Polanco o Bhavnani- en el altar de Podemos a cambio de su apoyo a los Presupuestos. El sector coincide en que era algo inevitable tarde o temprano (hasta el PP quería revisar su régimen), por lo que no le pilla por sorpresa. Y tiene preparadas varias soluciones, aunque ninguna tiene todas las ventajas actuales de las sicav.

Las sicav unen dos ventajas muy importantes para los grandes patrimonios: el tratamiento fiscal, que les permite tributar solo al 1% por los beneficios, igual que los fondos de inversión, y el control que ejerce el propietario del dinero sobre el vehículo: tiene un consejo que decide en qué invierte y a quién se encarga la gestión del mismo. Ninguna de las fórmulas alternativas aúna ambas, por lo que los expertos sostienen que no hay una solución para todos, sino que depende de cada caso.

Estas son las principales alternativas:

1. FUSIONAR LA SICAV CON UN FONDO DE INVERSIÓN

Esta opción permite al partícipe no tributar por las ganancias que tenga acumuladas. De hecho, entidades como Bankinter, BBVA o Bankia han fusionado muchas de sus sicav con fondos en previsión de lo que va a ocurrir ahora. Ahora bien, Hacienda no es tonta y en 2016 advirtió de que solo era admisible la fusión si se justificaba por motivos económicos válidos y no únicamente por conseguir una ventaja fiscal.

Dado que en estos casos la motivación es exclusivamente fiscal, Tributos estableció en 2017 que el partícipe no podrá beneficiarse posteriormente del traspaso del dinero de un fondo a otro sin tributar. Es decir, se tiene que casar con ese fondo, que gestiona un tercero y que él no controla hasta que la muerte los separe.

De todas formas, expertos en banca privada consultados explican que el problema no es tan grave puesto que muchas sicav no tienen plusvalías desde hace muchos años -o son muy pequeñas- e incluso pueden acumular minusvalías, "salvo que hayan invertido en tecnológicas norteamericanas".

2. PASAR EL DINERO A FONDOS DE INVERSIÓN

Si se asume que hay que pasar por la ventanilla de Hacienda o no se tienen grandes plusvalías, la solución más sencilla, sobre todo para las sicav de menor patrimonio, es meter el dinero en fondos de inversión. Como es sabido, estos tienen el mismo régimen fiscal que las sicav (tributan al 1%) y, además, cuentan con la exención si se mueve el capital de un fondo a otro. La desventaja es que la pérdida de control: la persona o familia propietaria de la sicav deja de tomar la decisión sobre dónde invierte su dinero.

Pero tampoco es para tanto, porque sí decide en qué fondos invierte y, si no van bien, puede irse a otros sin tributar. Y, en la actualidad, muchos partícipes tampoco llevan las riendas de la gestión, y la que realizan los bancos "salvo raras excepciones no añade valor, porque es estándar y no personalizada", según Juan Jesús Gómez, socio fundador de Consilio.

3. LA SICAV LUXEMBURGUESA

Esta es la alternativa más mediática de quienes sostienen que, con la prohibición de las sicav, los más de 30.000 millones que hay en estos vehículos se van a ir de España a Luxemburgo. El inversor tampoco tiene que pasar por caja porque simplemente se redomicilia la sicav en otro país sin extinguirla, un procedimiento amparado por la normativa comunitaria. Además, para ahorrar costes regulatorios, se puede convertir en un compartimento de una sicav ya existente en ese país.

No obstante, no es la panacea porque los costes de depósito y gestión en el Gran Ducado son mucho más altos que en España. Uno de los expertos consultados sostiene que solo sale a cuenta a partir de un patrimonio de 10 millones "y los costes son muy importantes para el inversor español". Por tanto solo interesa a las fortunas más elevadas (y si se llega a los 20-30 millones, incluso se puede tener un compartimento de un fondo en Luxemburgo).

La gran ventaja es que tributa allí, a un tipo del 0,06% del patrimonio que, aunque varía en función de la rentabilidad, viene a equivaler al 1% del beneficio que pagan hasta ahora las sicav en España. Aunque la sicav sea muy grande, cada uno manda en su compartimento y puede invertir en lo que quiera. Eso sí, no se puede beneficiar del régimen de traspasos y se tiene que quedar en esa estructura para siempre.

4. TRANSFORMAR LA SICAV EN UNA SOCIEDAD NORMAL

Una SA o SL normal y corriente. Aquí el partícipe tampoco hay que tributar por los beneficios acumulados en la sicav, ya que la sociedad sigue existiendo, simplemente pasa a ser otro tipo. Eso sí, a partir de ese momento, los beneficios que obtenga la sociedad tributarán al 25% en vez de al 1%. Esta alternativa puede ser interesante, sobre todo, para aquellos que detentan su participación en la sicav a través de otra sociedad: pueden fusionar las dos y así no se quedan con una sociedad que es un mero holding, como les ocurriría a la mayoría de las personas físicas. Esto último tiene el riesgo de una inspección de Hacienda que le aplique el principio de transparencia al partícipe y le obligue a tributar al partícipe en el IRPF en vez de por Sociedades (como en el caso del efímero ministro Màxim Huerta).

La fórmula de la sociedad interesa especialmente a aquellas sicav que tienen minusvalías, puesto que no deben tributar por los beneficios (no tienen), sino que lo que generan es un crédito fiscal -una base imponible negativa- que podrán desgravarse en la declaración de los próximos años. Y siempre será mayor ese crédito si se genera a un tipo del 25% (al que tributa la SL) que al del 1% de las sicav.

Esta es la fórmula que recomienda Gómez, porque considera que "para una persona con un patrimonio elevado, no tiene ningún sentido estar todo el día en un ay, sino que necesita calma y estabilidad, y las sicav son un territorio de alto riesgo". Recomienda "adoptar otra figura con asesores independientes fuera de la gestión masificada de los bancos".

5. EL UNIT LINKED

Este producto -se trata de un seguro de ahorro- gozó de cierta fama que ahora puede desempolvar con la supresión de las sicav. Es más complicado de entender porque es un seguro de vida, solo interesa a las personas físicas y exige retirar el dinero de la sicav para invertirlo en el unit linked, por lo que el titular debe pagar al Fisco. Una vez invertido, no tributa, pero no se puede sacar el dinero hasta que el partícipe se muere, esto es, lo cobran los herederos pagando por Sucesiones. Si lo retira en vida, tiene que tributar al tipo del ahorro.

HACER PLUSVALÍAS AHORA

Estas son las alternativas más habituales; hay otras más complejas como sociedades en Irlanda o en Suiza, que pueden ser interesantes para las sicavs que tienen cientos o miles de millones de patrimonio.

Otro punto en que coinciden los expertos es en que aquellas sicav que tengan beneficios latentes en sus inversiones deben materializarlos antes de que se suprima su ventaja fiscal: si venden ahora, tributarán por ellas al 1% en vez de al 25%. La anticipación de esta medida explica por qué estos vehículos dispararon su beneficio un 65% en 2017, como adelantó Bolsamanía.

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