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El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome PowellRESERVA FEDERAL (FED) - Archivo

El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal ha decidido enmendar su plan de compra de activos ante los riesgos económicos planteados por el coronavirus, por lo que comprará activos sin límite durante tanto tiempo como sea necesario, según ha anunciado este lunes. Se trata de una decisión histórica que no tiene precedentes.

En la última reunión de política monetaria, que tuvo lugar de emergencia un domingo, la Fed bajó los tipos a cero y aprobó comprar 700.000 millones de dólares. Ahora el banco central que preside Jerome Powell ha cambiado de parecer, y ha anunciado compras sin límites y se ha mostrado abierto incluso a comprar deuda hipotecaria.

"Ha quedado claro que nuestra economía se enfrentará a graves trastornos", por lo que "se deben realizar esfuerzos agresivos en los sectores público y privado para limitar las pérdidas de empleos e ingresos y promover una rápida recuperación una vez que las perturbaciones disminuyan", resalta.

La autoridad monetaria ha subrayado que está "comprometida" con usar todos las herramientas a su disposición para apoyar a los hogares, negocios y la economía estadounidense en general, por lo que "continuará comprando valores del Tesoro y titulizaciones hipotecarias en las cantidades necesarias".

El objetivo de este movimiento, señala la Fed en un comunicado, es el de "apoyar el buen funcionamiento del mercado y la transmisión efectiva de la política monetaria a condiciones financieras más amplias". Por eso seguirá "vigilando de cerca" el avance de la epidemia y cómo afecta a la economía estadounidense, para evaluar en futuras reuniones si el ritmo de sus compras es el adecuado.

PLAN DE APOYO A EMPRESAS

La Fed también ha anunciado que lanzará un programa de préstamos de hasta 300.000 millones de dólares. Según ha explicado, respaldará "el flujo de crédito a empleadores, consumidores y empresas mediante el establecimiento de nuevos programas que, en conjunto, proporcionarán hasta 300.000 millones de dólares en nueva financiación". Estas líneas de financiación, ha dicho, estarán respaldadas por 30.000 millones de dólares del Fondo de Estabilización de Intercambio del Tesoro.

Además de esto, el banco central explica que dentro de poco anunciará un programa de préstamos a empresas de Main Street, es decir, a los pequeños y medianos comercios, que vendrá a complementar la línea de crédito a plazo fijo respaldada por activos implementada durante la crisis financiera. Y también se va a facilitar el flujo de crédito a los municipios, con medidas que contemplarán una "gama más amplia de valores, incluidos los pagarés municipales y los certificados de depósito bancarios".

Unas decisiones que no han tardado en tener su efecto en el mercado, y que han provocado la reacción de los expertos. Desde AvaTrade apuntan que "si el movimiento actual no logra calmar los nervios del mercado, entonces tenemos un verdadero problema porque la Reserva Federal está completamente fuera de toda duda". Por su parte, Capital Economics señala que estas medidas "deberían ayudar a aliviar las condiciones financieras en el mercado de bonos corporativos y apoyar el importante paquete de asistencia directa y préstamos que se está redactando en el Congreso como parte de la tercera fase del estímulo fiscal".

Opinión que comparten en Oanda. Los expertos de esta firma señalan que "no hay duda" de que la Reserva Federal "está haciendo todo lo que está a su alcance para apoyar la economía en este período de increíble agitación". Dicen que el coronavirus ha causado estragos en todo el mundo, obligando a las autoridades fiscales y monetarias a tomar medidas drásticas, y creen que "es hora de que el Congreso también se organice".

CMC Markets apunta que la de la Fed es una "intervención decisiva". Powell y los suyos han dejado claro que irán "hasta el infinito y más allá" para sustentar la economía de EEUU, mientras que "los políticos estadounidenses siguen aplazando" su decisión. "Los inversores siguen esperando la respuesta del gobierno de EEUU, y la esperanza es que los políticos se unan para aprobar alguna legislación provisional, incluso si no pueden ponerse de acuerdo en todo el paquete básico", sigue ahí, comentan los analistas de esta firma, que creen que si la decisión se "aplaza demasiado" entonces "el daño económico a largo plazo podría ser mucho más significativo".

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