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La renta fija se ha convertido en objeto de deseo entre los inversores. No es de extrañar, sobre todo teniendo en cuenta la escalada de la rentabilidad de los bonos en las últimas semanas, que ha llevado al 10 años estadounidense a superar incluso el 5%. "Las cosas pintan bien para los mercados de renta fija", afirman los expertos de Capital Group, que no obstante recuerdan que hay una serie de consideraciones que tener en cuenta antes de lanzarse al mercado.

Según apuntan, el actual contexto de tipos altos se mantendrá un tiempo, dado que la mayoría de los bancos centrales ha alcanzado ya el pico de subidas y están en modo pausa. "No se sabe con exactitud con qué rapidez o cuándo bajarán los tipos", comenta Damien McCann, gestor de renta fija en Capital Group, algo que hay que tener en cuenta a la hora de configurar las carteras.

Pero, remarca, "los bonos han registrado históricamente rentabilidades superiores al efectivo y a las inversiones similares en los años posteriores" a los tipos máximos de la Reserva Federal. Por eso, a la hora de invertir en renta fija, es conveniente seguir estas cuatro estrategias clave para tener éxito:

1. Intentar captar rendimientos atractivos antes de que bajen los tipos

"A pesar de las incertidumbres que persisten sobre la economía, una cosa está clara: la subida de los tipos ha creado muchas vías para obtener unos ingresos y un potencial de rentabilidad sólidos en los mercados de renta fija", dice McCann. Reconoce que "llegar hasta a este punto ha sido doloroso", pero cree que ahora los bonos ofrecen un "fantástico potencial de ingresos".

Por eso cree que una "asignación estratégica a sectores de rentas más elevadas" puede "ayudar a impulsar el potencial de rentabilidad a largo plazo, con una volatilidad menor que la renta variable, lo cual es un elemento importante para los inversores que buscan rentas".

Como dice el gestor de Capital Group, los sectores que buscan mayores ingresos incluyen bonos corporativos con grado de inversión y de high yield, así como los bonos de mercados emergentes y la deuda titulizada.

"Si la inflación continúa disminuyendo y el crecimiento económico sigue siendo lento, es probable que los tipos bajen algo a partir de ahora, aunque seguirán teniendo niveles más altos que a los que los inversores se han acostumbrado en los últimos años. En ese contexto, los sectores de renta fija pueden resultar atractivos, ya que los precios de los bonos suben cuando bajan los rendimientos", recuerda.

Y puesto que la rentabilidad total de un fondo de renta fija se compone de ingresos y variaciones de precios, "la caída de los rendimientos sería un viento de cola para la rentabilidad, además de los abultados pagos de cupones de los bonos", afirma.

En su opinión, "el camino más seguro hacia la caída de los rendimientos -y la posible revalorización de los precios- pasa por un recorte de los tipos por parte de la Reserva Federal", algo que podría ocurrir si la inflación sigue cayendo, la economía entra en una recesión significativa o los bancos centrales buscan un tipo de interés 'neutral' que no restrinja ni estimule el crecimiento económico.

"La caída de los rendimientos del Tesoro ayudaría a compensar el impacto negativo de la ampliación de los diferenciales de crédito, o los rendimientos incrementales que los bonos suelen pagar sobre los bonos del Tesoro", comenta.

2. Considerar los bonos con grado de inversión siempre que los fundamentales sean positivos

Otra de las estrategias a tener en cuenta es la de considerar como opción los bonos con grado de inversión. "La recesión, que debería haber llegado ya, parece estar en suspenso", comenta McCann, que remarca que aunque es cierto que hay puntos débiles en varios sectores de la economía, incluso sectores sensibles a la subida de tipos, como la vivienda, podrían estar estabilizándose.

"Los consumidores siguen siendo el motor de la economía estadounidense y, aunque se ha producido cierta suavización, hay tendencias que siguen siendo alentadoras", apunta. Además, indica que muchas empresas "han podido trasladar los costes a los consumidores, lo que ha reforzado los fundamentales de las empresas, incluidos los beneficios".

Sin olvidar que las compañías están reduciendo los gastos de explotación y gestionando su tesorería de forma conservadora, medidas que según este experto "deberían permitirles seguir refinanciando o amortizando su deuda cuando el crecimiento de los beneficios se ralentice o caiga durante una recesión".

"Están surgiendo más oportunidades en los bonos con grado de inversión de todos los sectores", dice. En concreto, cree que un área de valor potencial son los grandes bancos, "donde los diferenciales están muy por encima de las medias históricas y la calidad crediticia es excelente". "Los recientes problemas del sector parecen estar contenidos, y aunque los bancos en general han reducido los préstamos concedidos, la contracción aún no ha sido lo suficientemente grave como para llevar a la economía a una recesión", destaca.

3. Buscar bonos de alto rendimiento donde las estrellas parezcan alineadas

Por otro lado, McCann comenta que para los inversores con un horizonte temporal de al menos un año, "puede parecer que merece la pena asumir algunos riesgos". Y es que, en lo que va de año, los rendimientos iniciales en torno al 8% han amortiguado la volatilidad del mercado de renta fija ligada a la senda de tipos de la Reserva Federal.

"Muchas empresas del mercado de alto rendimiento se han adaptado con bastante facilidad a la subida de tipos", amortizando deuda y reduciendo así los gastos por intereses. "El menor apalancamiento y la mejora de las operaciones han incrementado el número de 'estrellas ascendentes', o empresas que han salido del territorio de alto rendimiento", y "es probable que esta tendencia continúe", dice el gestor de Capital Group.

Cree que las posibles consecuencias que pueden tener los elevados costes de los préstamos para las empresas serán un reto, ya que el aumento de los tipos "puede dar lugar a perfiles crediticios más débiles y valoraciones más bajas". Pero confía en que este proceso sea "gradual en lugar de abrupto", por lo que considera que "invertir hoy en bonos de alto rendimiento podría ayudar a compensar la volatilidad futura asociada a una desaceleración".

"Cualquier emisor que se enfrente a una combinación de mayores costes de financiación y un deterioro de los beneficios tendrá probablemente dificultades para refinanciar su deuda, lo que subraya la importancia de una estrategia de inversión selectiva", añade McCann.

4. Diversificar sus inversiones de renta

En último lugar, el gestor recuerda que aunque los tipos sean tan elevados, hay que seguir aplicando la estrategia de diversificar las inversiones. "Para los inversores que buscan ingresos, esto incluye invertir en sectores de renta fija que se han visto muy afectados, como los mercados emergentes y la deuda titulizada", afirma.

También comenta que los rendimientos de la deuda con grado de inversión, de alto rendimiento, de mercados emergentes y titulizada varían con el tiempo. "Creo que un enfoque diversificado y multisectorial puede ayudar a los inversores a sortear los vientos en contra que afectan a partes de la economía de forma desigual", remarca McCann.

Y es que en este entorno de tipos de interés altos y crecimiento lento, "varios países lo están pasando mal, pero la amplitud de la red en los mercados emergentes es grande y muchos emisores han sabido sortear estas circunstancias". Por eso, dice, mientras los mercados siguen reaccionando a los movimientos de la Fed, la inflación y los cambios de discurso sobre la economía, los inversores "deben centrarse en los objetivos financieros a largo plazo".

"No se puede predecir el futuro, por lo que siempre abogo por un enfoque multisectorial y una perspectiva a largo plazo. Soy optimista, ya que las subidas de tipos han sentado las bases para que los ingresos y la rentabilidad de los bonos sean mucho mayores en los próximos años", concluye.

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