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La pandemia del coronavirus ha traído consigo una nueva crisis económica de la que se espera atisbar la luz este 2021. Crédito y Caución ha realizado un análisis, donde ha concluido que cinco mercados emergentes están especialmente preparados para nuevas oportunidades de negocio en ese crecimiento. Son Chile, Egipto, Senegal, Malasia y Vietnam.

Los cinco cumplen con tres criterios: unas buenas previsiones de recuperación de su PIB, una contención eficaz de la pandemia y una mayor estabilidad institucional de sus políticas económicas e instituciones.

Entre ellos, Chile es el mercado que mejor se ha posicionado de su zona de cara a la recuperación post-pandemia. Esto se debe a que su economía se encuentra bastante diversificada, con una alta tasa de teletrabajo. La recuperación de las ventas al por menor y en la industria manufacturera desde el tercer trimestre del 2020, lo que unido a las exportaciones que se han beneficiado de la mejoría en el precio del cobre.

Prevén que con el despliegue de las vacunas ser de los más rápidos en su despliegue de la región, además de una deuda pública baja, lo que se unirá a la continuación de estímulos fiscales. Sus sectores más destacados son agricultura y envases, que importan maquinaria y tecnología, y el farmacéutico.

Dentro del continente africano, Egipto, que ya ha mostrado un fuerte crecimiento en los últimos tiempos debido a su programa de estabilización macroeconómica, aspira a convertirse en el centro gasístico del Mediterráneo. Aunque con el colapso del turismo y el descenso del precio del petróleo en 2020 se requirió de una relajación de la política monetaria. Se espera que su crecimiento vuelva a su ritmo, aunque continúa presentando vulnerabilidades, como la dependencia de las remesas y el turismo, los sectores gasístico, farmacéutico y TIC atraen inversión extranjera directa.

En el mismo continente, Senegal, que aplicó un estado de emergencia de tres meses, cuenta actualmente con un clima político estable, instituciones democráticas relativamente fuertes y un alto crecimiento del PIB. El país ha desarrollado un plan de estímulos equivalente al 7% del PIB, previniendo que el crecimiento de los próximos años será impulsado por proyectos de hidrocarburos, la expansión de la minería y las obras públicas para mejorar la red de transporte y el suministro eléctrico.

Desde Asía, Malasia, que tiene unas tasas de infección menores que la media asiática, posee infraestructuras de calidad y mano de obra cualificada para la fabricación de productos electrónicos con lo que se estima que consiga un crecimiento sólido del PIB. El país ha anunciado un fuerte paquete de estímulos fiscales, además de que se beneficia de fuertes vínculos comerciales con los países vecinos. Prevén que 2021 sea un buen año para sus sectores exportadores, contando con que plásticos y caucho triplicaron sus ventas en 2020 debido a la demanda de productos sanitarios.

Finalmente Vietnam, el último en esta lista, ha conseguido esquivar la recesión en 2020 y se prevé que el crecimiento su PIB se acelere hasta el 7,7% en 2021, siendo una de las economías más dinámicas de Asia. Ha conseguido establecerse como destino de las empresas que quieren desplazar su fabricación poco cualificada fuera de China, por los bajos costes salariales. Sus sectores logístico y textil tendrán un fuerte potencial de crecimiento en 2021 unido a la recuperación de la demanda mundial. Se prevé un retroceso del sector turístico, que en el pasado atrajo fuertes inversiones.

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