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Protestas en EEUU contra la muerte de George FloydTAMMY LJUNGBLAD (AP)

EEUU vive unos días más que convulsos con los disturbios que se están produciendo por la muerte de George Floyd, la debilidad económica y los riesgos geopolíticos por las nuevas tensiones con China, pero las bolsas parecen inmunes a la incertidumbre. Wall Street 'pasa' de todas estas tensiones y sigue al alza, y los analistas aseguran que hay una explicación: se debe, dicen, a la Reserva Federal.

"En muchos aspectos, el aumento de las acciones cuando los militares están a punto de ser llamados es extraño", dicen los analistas de Rabobank, en referencia a la amenaza del presidente de EEUU, Donald Trump, de desplegar a la Guardia Nacional y movilizar al Ejército para contener la oleada de protestas violentas que se están sucediendo a lo largo y ancho del país a raíz del fallecimiento de Floyd, guardia de seguridad de 46 años y de raza negra, a manos de un agente de policía de Minneapolis.

Estos expertos reconocen que se podría argumentar que la de Trump es solo un caso más de 'advertencia de disparo' para ciertos sectores, y recuerdan la, en su opinión, "infame" cita del Barón Rothschild, que dijo que "el momento de comprar es cuando hay sangre en las calles". Sin embargo, en el banco holandés creen que en realidad la explicación es mucho más sencilla. "Los que están en los mercados saben quién es el 'culpable' de que las acciones se encojan de hombros: los bancos centrales".

Y es que, apunta Rabobank, "su continua generosidad asegura que es casi imposible reprimir los precios de los activos". Se refiere a las continuas inyecciones de dinero que ha hecho la Fed en la economía estadounidense, apoyando tanto a los consumidores como a las empresas, y a la promesa de Jerome Powell de que continuarán con los estímulos. Esto ha servido para mantener la confianza de los inversores, que tienen garantizada la rentabilidad de la mayoría de las acciones gracias, precisamente, a la continua promesa de liquidez del banco central.

"Los mercados se han hecho adictos al estímulo. Ese es el factor clave que va a seguir impulsando el apetito de riesgo, como lo hizo en el último ciclo", asegura por su parte David Spika, presidente de GuideStone Capital Management, mientras que el analista de eToro Simon Peters destaca que "los mercados suben, a pesar de los disturbios en EEUU", aunque alerta de que las protestas pueden provocar un aumento en los casos de Covid-19, lo que "podría interrumpir la recuperación de la pandemia" que tanto se espera, cuando ha sido precisamente ese optimismo la "principal fuerza que ha impulsado el reciente aumento del mercado de valores".

¿POLÍTICA CONDENADA AL FRACASO?

Los inversores están muy pendientes del desarrollo de los disturbios que se están produciendo en EEUU, pero la preocupación no ha aparecido aún por el respaldo de la Fed. Sin embargo, en Rabobank creen que la política del banco central está "condenada al fracaso", igual que ha ocurrido con sus medidas sobre la inflación. El banco holandés habla de los "peligros de la desigualdad socioeconómica causada por una economía globalizada y financiada", y dice que es en Estados Unidos donde se da más "agresivamente".

"Vivimos en un mundo rico en activos y pobre en ingresos, y esto no ha sido censurado, sino celebrado por los políticos, los banqueros centrales y la mayor parte de la prensa financiera", dicen los expertos de esta firma, que apuntan que "cada vez que el sistema parece estar a punto de resetearse debido a sus propias contradicciones y estupideces inherentes, y por lo tanto los precios de los activos se mueven más bajos, los bancos centrales aumentan la QE de nuevo -y ahora incluso monetizan la deuda directamente- para asegurar que esto no pueda suceder. Y los mercados lo aclaman", dicen.

Es algo que no entienden y que critican en Rabobank porque "cuanto más QE tenemos, peor se ponen las cosas en términos sociales y políticos". Es lo que está pasando en esta crisis del Covid-19: "Está devastando la economía, empujando el desempleo a niveles de depresión, recortando los ingresos, destruyendo las pequeñas empresas y levantando las cadenas de suministro mundiales", pero "los ricos y poderosos se han hecho enormemente más ricos y poderosos en términos tanto nominales como relativos. Cara ellos ganan, cruz tú pierdes. Hasta que todos perdemos", concluyen.

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