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Producción de baterías en Teixi (China)BMW - Archivo

El Banco Muncial ha proyectado este viernes que el crecimiento de China será del 5,2% en 2023, antes de desacelerarse al 4,5% en 2024, una previsión que ya avanzó en el mes de octubre.

"La perspectiva se ve empañada por la persistente debilidad en el sector inmobiliario y la demanda global persistentemente débil a corto plazo, así como por limitaciones estructurales al crecimiento, incluidos niveles elevados de deuda, envejecimiento de la población y un crecimiento de la productividad más lento que en el pasado", ha explicado el organismo internacional en un comunicado.

El Banco Mundial ha añadido que la actividad económica en China ha aumentado en 2023, impulsada por una mayor demanda de servicios, inversión manufacturera resistente y estímulos en infraestructura pública.

Sin embargo, el desempeño económico ha estado marcado por la volatilidad, presiones deflacionarias continuas y una confianza del consumidor aún débil. Estos factores indican que la recuperación sigue siendo frágil, según ha destacado el último Informe Económico sobre el gigante asiático publicado por la institución.

"Mientras las políticas macroeconómicas alivian la recuperación a corto plazo", ha señalado Mara Warwick, directora del Banco Mundial para China, Mongolia y Corea, "las reformas estructurales complementarias para impulsar la confianza y reavivar el impulso de crecimiento, como mejorar el marco de resolución de deudas de China y fortalecer el entorno propicio para las empresas privadas, serían importantes".

Para el Banco Mundial, el panorama económico enfrenta riesgos significativos. La disminución del sector inmobiliario puede extenderse más allá de las expectativas iniciales, afectando el sentimiento y el gasto del consumidor. Esto, a su vez, podría poner presión sobre proveedores, acreedores, ingresos gubernamentales locales y llevar a una disminución en la inversión pública. Además, la economía es vulnerable a una demanda global más suave y a tensiones geoecómicas aumentadas. El cambio climático y la creciente frecuencia de eventos climáticos extremos también representan un riesgo a la baja.

El informe también proporciona perspectivas sobre el cambio estructural en la demanda de China y los desafíos a medio plazo. "Ha habido una redistribución sustancial de la inversión, pasando del sector inmobiliario a la manufactura, donde los rendimientos son más altos", ha explicado Elitza Mileva, economista principal del Banco Mundial para China.

"Un mercado justo y competitivo y un entorno regulatorio predecible asegurarán que el capital fluya hacia las empresas y sectores más productivos", ha concluido Mileva.

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