ep bandera con el logo de tokyo 2020
Michael Kappeler/dpa - Archivo

España finalizó este domingo su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio con un total de 17 medallas, tres oros, ocho platas y seis bronces, las mismas que hace cinco años en Río de Janeiro, pero que la dejaron en el puesto vigesimosegundo del medallero de la cita, algo peor que el de la última cita por la bajada en metales dorados.

La delegación española fue de menos a más en la capital japonesa, donde tras los primeros siete días de competición sólo llevaba tres preseas y de la que se marcha con unos números de nuevo cercanos a la veintena de medallas, una frontera que una vez más fue casi infranqueable, aunque las previsiones hacían invitar al optimismo de, al menos, alcanzarla.

España, mermada también con bajas sensibles como Rafa Nadal, Carolina Marín, Orlando Ortega y Jon Rahm y los problemas físicos que lastraron a otras bazas como Mireia Belmonte o Lydia Valentín, se quedó con 17 medallas, número idéntico que en Río de Janeiro, pero bajó sensiblemente su número de campeones olímpicos, lo que le hizo quedarse fuera del 'Top 20' en relación a Brasil y quedarse como undécimo país europeo.

Así, de los siete que se coronaron en la ciudad brasileña a los tres que lo hicieron en Tokio (Sandra Sánchez, Alberto Ginés y el dúo Fátima Gálvez-Alberto Fernández), aunque también se subieron las finales, con el doble en suelo asiático que en 2016 (4), y aumentaron los diplomas de 38 a 42, con especial mención al atletismo que sumó diez, ocho más que en 2016. Y de los que cogieron medalla hace cinco años sólo pudieron volver a repetir Saúl Craviotto, Marcus Walz y Maialen Chourraut, tres de los que acudían como campeones y que bajaron un peldaño.

El catalán y el balear fueron plata con el K4 500 y la guipuzcoana en el K1 de la modalidad de eslalon, dos éxitos que junto a la también plata de la histórica Teresa Portela volvieron a colocar al piragüismo como el deporte más exitoso a nivel nacional, ya con 19 medallas olímpicas, dos menos que la vela, que superó la veintena gracias a los bronces de Joan Cardona en Finn y de Jordi Xammar y Nicolás Rodríguez en 470.

De todos modos, tampoco se puede olvidar la gran cantidad de cuartos puestos que impidieron que la cosecha pudiese ser aún mayor como en el atletismo donde los marchadores Marc Tur, Álvaro Martín y María Pérez estuvieron al borde del podio, con el primero perdiendo el bronce a escasos 200 metros de la meta, o el del saltador Eusebio Cáceres, que lo perdió por escasos centímetros en la longitud. Mireia Belmonte se quedó a 23 centésimas del bronce en los 400 estilos, y Diego López e Iago López y Támara Echegoyen y Paula Barceló también fueron cuartas en 49er y 49er FX, a un punto del podio.

Resultados que podrían haber cambiado la suerte del equipo español en Tokio como la de los boxeadores Enmanuel Reyes y Gabriel Escobar, a los que decisiones de los jueces les apartaron de las semifinales y de la medalla segura, o la patada faltando cinco segundos que privó del oro a Adriana Cerezo.

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