• Cuatro bombas nucleares cayeron a tierra
  • En octubre del año pasado se acordó limpiar la zona
palomares

Un mañana, tal día como hoy hace 50 años se producía en Palomares, un pequeño pueblo de la provincia de Almería, un acontecimiento que lo situaría en el foco informativo mundial y que hoy sigue dando mucho que hablar.

Aquel 17 de enero de 1966 a las 10 y 22 minutos de la mañana, las gentes de la zona escucharon una explosión seguida de unos destellos en el cielo despejado. La confusión era grande. Nadie podía imaginarse lo que realmente acababa de suceder: un bombardero B-52 con cuatro bombas nucleares y un avión de reabastecimiento, ambos de EE UU, colisionaron durante una operación de repostaje.

Esta es la historia de una tragedia que no llegó a ocurrir

Tal y como destaca El Mundo, esta es la historia de una tragedia que no llegó a ocurrir, pues las armas no llegaron a explota, pero dos de ellas se rompieron y esparcieron su carga de plutonio por esta pedanía.

LA TIERRA DE PALOMARES SIGUE CONTAMINADA

Aquel día, EEUU tardo más de 24 horas en poner en marcha un plan de actuación ante catástrofes nucleares. Tras el accidente se limpió la zona. Y, aunque durante décadas se mantuvieron algunos controles a la población a través del programa Indalo, todo se dio por zanjado ese mismo 1966. Sin embargo, medio siglo después, el rastro radiactivo sigue presente: 50.000 metros cúbicos de tierra contaminada con medio kilo de plutonio, resalta El País.

Lea también: Margallo y Kerry firman un acuerdo para rehabilitar el entorno de Palomares y trasladar tierra contaminada a EEUU

Tras años de negociaciones y anuncios de acuerdos que no se concretaban, España y EE UU firmaron en octubre una "declaración de intenciones" con el compromiso de limpiar la zona.

"Ha costado 50 años llegar al reconocimiento de que se necesita una segunda limpieza", señala en El País, el periodista y profesor universitario Rafael Moreno, que esta semana ha publicado La historia secreta de Palomares.

El coste de toda la operación, superaría los 600 millones, de los que unos 500 millones corresponderían al almacenamiento en EE UU. Esta semana Greenpeace ha pedido la mayor transparencia en el proceso.

Sea como fuere, hoy, 17 de enero de 2016, Palomares esté más cerca de librarse del rastro radiactivo con el que carga desde hace 50 años.

Lee además:

La tragedia de Nagasaki: la segunda explosión nuclear a la sombra de Hiroshima cumple 70 años

¿Cuál es la diferencia entre una bomba de hidrógeno y una bomba atómica?

contador