La Policía Nacional ha detenido este martes a dos presuntos yihadistas en el marco de una operación antiterrorista. Los arrestos han tenido lugar en la localidad valenciana de Alacuás y en la de Cocentaina (Alicante), según han informado fuentes de la investigación.
Se trata de dos varones de nacionalidad siria, de 55 y 58 años de edad, sospechosos de difundir en redes sociales la doctrina de los grupos yihadistas Daesh y Al Qaeda, recoge Efe. Tal y como ha comunicado el Ministerio del Interior en un comunicado, ambos están acusados de un delito de integración en organización terrorista, colaboración, adoctrinamiento y enaltecimiento del terrorismo.
Los detenidos mostraban "un elevado nivel de radicalización y actuaban como importantes dinamizadores informativos, difundiendo la doctrina de los grupos yihadistas Daesh y Al Qaeda", de modo que "cada uno de los arrestados mostraba preferencia por una de las organizaciones terroristas", han apuntado fuentes de la investigación.
De hecho, uno de los detenidos había alcanzado un estatus superior en la estructura informativa de Daesh, ya que se sospecha que "formaba parte de grupos de mensajería instantánea compuestos por individuos escogidos para labores de propaganda". Los administradores de dichos grupos eran miembros directos de Daesh que marcaban las líneas de actuación y transmitían información actualizada sobre el grupo terrorista y sus acciones, según ha explicado la Policía.
INCITACIÓN AL ODIO EN RRSS Y CHATS
Bajo el título 'Noticias del Estado Islámico', en esos chats se recibían mensajes de fidelización y consignas como "Recordatorio yihadista: recompensa de hacer la yihad por la causa de Allah", donde se alentaba a la ejecución de acciones terroristas. Los detenidos contaban con cientos de seguidores en las redes sociales y un "ritmo elevado de publicaciones", y empleaban sus perfiles públicos para distribuir mensajes de incitación al odio y la violencia.
Especialmente, según Interior, mediante la difusión de imágenes cruentas de los conflictos bélicos sirio e iraquí, acompañadas de comentarios alentando a la confrontación por motivos religiosos y a la "destrucción de los occidentales". Tal y como ha explicado el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska, las cuentas de los detenidos en las redes sociales no tenían más actividad que la difusión de este tipo de contenidos, lo cual evidencia, a juicio de los investigadores, "su fin instrumental, como herramienta de enaltecimiento, captación y adoctrinamiento terrorista".
La investigación, llevada a cabo por agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional con la colaboración de la Brigada Provincial de Información de Valencia y la Brigada Local de información de Torrent (Valencia), se ha desarrollado bajo la supervisión del Juzgado Central de Instrucción número 1 y la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.