El Rey Juan Carlos I ha confesado que tuvo sentimientos encontrados sobre su abdicación, el pasado 19 de junio. Dice que sintió “la satisfacción del deber cumplido”, el “dolor de la despedida” y el “orgullo de un padre de ver a su hijo allí”.
El periodista Fernando Ónega ha sido el encargado de entrevistar al rey Juan Carlos I, 4 meses después de que este abdicara. El escritor también ha incluido esta entrevista, publicada por el diario Abc, en su libro “Juan Carlos I. El hombre que pudo reinar”.
El rey ha recordado, durante la entrevista, los momentos más importantes de su vida. El primero, cuando Franco le comunicó su decisión de nombrarle “sucesor a título de rey” y, por supuesto, el golpe de Estado del 23F “donde la monarquía se jugó su prestigio y continuidad”.
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Don Juan Carlos I, ha asegurado que sus sentimientos fueron contradictorios cuando tomó la determinación de abdicar en favor de su hijo Felipe: “Quizá la palabra emoción se quede corta. Fueron sentimientos contradictorios: la satisfacción del deber cumplido y el dolor de la despedida; la pena de pensar que me retiro y el orgullo de un padre de ver a su hijo allí”.
Quizá la palabra emoción se quede corta. Fueron sentimientos contradictorios.
Durante su charla con Ónega, también ha querido destacar el ingreso de España en la OTAN y en Europa, porque ambas “significaban la consecusión de uno de mis objetivos: poner a España en el mundo”.
Según cuenta, el proceso de abdicación empezó cuando pidió a Rafael Spottorno, jefe de la Casa del Rey, que estudiase los pormenores constitucionales y jurídicos para realizar la retirada. Los preparativos se llevaron en el más absoluto secreto y se aceleró la fecha cuando varias personas tuvieron noticias de la posible abdicación.
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