• Desean el apoyo de Ciudadanos y la abstención de Podemos para gobernar
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Tras su entrevista con el Rey y con el órdago de Podemos encima de la mesa, Pedro Sánchez se limitó a ironizar y no comentar la jugada de Iglesias. Ninguna crítica al líder de la formación morada. Solamente 24 horas después, Sánchez conversó brevemente con Albert Rivera, no con Iglesias y el PSOE anunciaba en un comunicado que no abriría aún negociaciones para construir una mayoría alternativa, "y mucho menos, cuando se plantean desde el chantaje y anteponiendo los intereses de partido a los intereses de los ciudadanos".

¿Qué había pasado? ¿Por qué ese giro?. Tal y como informa El Confidencial, esto se explica en clave interna. Sánchez y su número dos, César Luena, percibieron cómo la indignación contra Iglesias había crecido en el seno socialista, al igual que el malestar por la escasa rotundidad del secretario general. Y ambos, Sánchez y Luena, se dispusieron a hablar con los barones o con sus respectivos secretarios de Organización, para consensuar el contenido del comunicado oficial.

“El Rey ha convocado una nueva ronda de consultas de la que debería salir, de nuevo, el encargo de formar gobierno a una persona propuesta por el primer partido en la Cámara. Por ello, y mientras tanto, el PSOE no va a emprender negociaciones con otras fuerzas políticas para intentar fraguar una alternativa de Gobierno estable”, decía para finalizar con el ataque contra Podemos: “Mucho menos, cuando se plantean desde el chantaje y anteponiendo los intereses de partido a los intereses de los ciudadanos”.

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Los barones socialistas desean alcanzar un acuerdo con Ciudadanos

EN BÚSQUEDA DE LA CENTRALIDAD

Barones de primer nivel consultados por El Confidencial señalan, sin embargo, que lo lógico es que Sánchez intente lograr el respaldo de C's, una fuerza que es vista como un socio más "fiable" que Podemos y que éstos se vean obligados a elegir entre permitir gobernar a Sánchez o ir a nuevas elecciones.

Como coinciden varios barones, la alianza de PSOE y C's supondría la coalición "del centro derecha y del centro izquierda", y lo que situaría a los socialistas "en una posición central" y arrinconaría "en los extremos" a PP y Podemos. Aunque la aritmética es muy complicada.

IGLESIAS, A LA ESPERA DE UNA LLAMADA

El líder de Podemos, Pablo Iglesias confirmó ayer que está esperando una llamada de Sánchez tras haberle enviado dos Whatsapp y azuza al líder del PSOE: "Las bases socialistas están cansadas de que el aparato de partido pacte siempre con el PP. El cambio no es un gobierno de gran coalición sino un gobierno de izquierdas".

También asegura que Pedro Sánchez "tiene la oportunidad de dar una alegría a sus votantes" y dice que ellos no son los que plantean líneas rojas sino que lo hace el comité federal del PSOE.

Aún así, las aguas parece que bajan más calmadas por Ferraz. Pero si algo están demostrando estas semanas es que la coyuntura cambia casi a cada minuto. Y el camino hacia el comité federal del 30 de enero en el que se discuta de nuevo sobre los pactos postelectorales es aún muy largo. Todo puede pasar.

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