Credit Suisse ha salido escaldada. La firma suiza ha sido apercibida por el regulador financiero de su país, Finma, al no haber supervisado adecuadamente a uno de sus ex gestores de patrimonio que fue condenado a cinco años de prisión por desviar fondos de grandes riquezas.
Finma ha identificado deficiencias en los controles que vigilan el lavado de dinero de Credit Suisse, así como errores en la supervisión de su por entonces gestor, Patrice Lescaudron, según apuntan las fuentes familiarizadas con el tema citadas por 'Bloomberg'.
El órgano supervisor aduce que el banco debe mejorar sus controles internos
Lescaudron fue condenado en febrero de este año y sentenciado a 5 años de prisión por desviar millones de francos suizos procedentes de las cuentas de algunos de sus clientes durante ocho años para cubrir las pérdidas registradas en otras operaciones.
La actividad del gestor, que empezó en la firma suiza en 2007, pasó desapercibida por Credit Suisse y sus clientes hasta una apuesta (que salió mal) por una farmacéutica en 2015.
"En lugar de disciplinar al gestor de forma proporcionada y rápida, el banco le recompensó con mayores pagos y recursos", afirma Finma, que aprovecha para poner deberes a Credit Suisse. El banco suizo deberá mejorar sus controles internos y se contratará a un tercero para que monitorice su implementación. Desde la entidad financiera, se destaca que el supervisor no ha ordenado el reembolso de ninguna ganancia ilegal y tampoco les ha multado, puesto que no está capacitado para ello.
LESCAUDRON, ¿UN LOBO SOLITARIO?
Desde Credit Suisse defienden que Lescaudron era un 'lobo solitario', que ocultó durante años su actividad a sus jefes y compañeros de trabajo. Con todo, el mayor perjudicado de las actividades de Lescaudron ha sido el multimillonario georgiano Bidzina Ivanishvili, que acusa al banco suizo de no haber siquiera conocido las actividades delictivas de uno de sus gestores.
El banco suizo sostiene que Finma ha reconocido "mejoras en el marco del cumplimiento y el control" de lo previsto en los últimos años, además de aplaudir "las medidas adicionales ya planeadas" por Credit Suisse. Sin embargo, el panorama bursátil de la firma, que se dejaba un 0,5% al conocerse la noticia, no es demasiado prometedor. En lo que va de año, acumula unas caídas del 16%, en línea con el MSCI Europe Bank Index, que mide el desempeño en el parqué de las entidades financieras europeas.
Por su parte, Lescaudron sigue manteniendo que nunca se benefició de sus negocios ilícitos y que sus engaños fueron motivados por su deseo de recuperar el dinero de sus clientes. Un argumento que no convenció al juez del caso, que dictaminó que el francés había ganado 30 millones de francos suizos a través de estos métodos tan cuestionables.
