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Las malas noticias continúan para Philips. Tras registrar una pérdida neta de 1.300 millones de euros entre julio y septiembre, frente al beneficio neto de 3.000 millones de euros hace un año, la agencia S&P Global ha rebajado su perspectiva a 'negativa' desde 'estable', aunque mantiene las calificaciones crediticias y de emisión de largo plazo en 'BBB+'.

Según la advertencia lanzada por Philips, la capacidad limitada del grupo para obtener componentes críticos para finalizar los pedidos no se ha disipado como se anticipó anteriormente. Los problemas de la cadena de suministro son más serios de lo que se esperaba y a ellos hay que sumarles los costes extraordinarios relacionados con el programa de reparación y retiro del grupo para dispositivos respiratorios.

"Como resultado, anticipamos una fuerte reducción en la rentabilidad y un flujo de caja operativo libre (FOCF, por sus siglas en inglés) negativo para todo el año a pesar de la mejora esperada en el cuarto trimestre, que suele ser el más fuerte en términos de ganancias y flujo de caja para Philips", destaca el informe de S&P. "Debido al débil desempeño de Philips en lo que va del año, el grupo no cumplirá sus objetivos de ganancias y apalancamiento para 2022".

Todo ello ha provocado la rebaja de la perspectiva a 'negativa' como reflejo de la incertidumbre sobre la capacidad del grupo "para convertir rápidamente el inventario actual de productos semiacabados en flujo de efectivo, ya que seguirá dependiendo de la disponibilidad de componentes para los pedidos de equipos terminados, lo que puede evitar que el apalancamiento vuelva a estar por debajo de 3x en 2023".

No obstante, la agencia de calificación considera que existe una probabilidad razonable de que las métricas crediticias de Philips mejoren en 2023, particularmente con "el fortalecimiento de la deuda ajustada al EBITDA por debajo de 3.0x".

En general, el escenario base para Philips que pronostican es de "un EBITDA ajustado por S&P Global Ratings de alrededor de 1400 millones de euros en 2022, aumentando a 2100 millones de euros en 2023 y 2700 millones de euros en 2024; FOCF en 600 millones de euros negativos en 2022, aumentando a 1800 millones de euros positivos en 2023 y 1700 millones de euros en 2024; y un apalancamiento de 4,5x-5x en 2022, reduciéndose a menos de 3x en 2023 y a menos de 2,5x en 2024".

Sin embargo, factores como las tensiones geopolíticas, la alta inflación, los bloqueos en las instalaciones de producción o el cierre de puertos podrían agravar aún más la incertidumbre económica existente y afectar negativamente a la frágil cadena de suministro global de Philips. A su vez, esto podría conducir a unos costes más elevados de los productos, crear cuellos de botella adicionales en la cadena de suministro que afecten la disponibilidad de materiales y los niveles de capital de trabajo y, en última instancia, posponer la recuperación esperada de ganancias y flujos de efectivo más allá de 2023.

Desde S&P Global indican que pueden revisar la perspectiva de Philips a 'estable' si los volúmenes de entrega comienzan a aumentar significativamente, "lo que conduciría a niveles de inventario más bajos, y el grupo podría mejorar significativamente la rentabilidad y generar efectivo, lo que generaría índices de crédito más sólidos". "También esperaríamos que Philips mejore gradualmente su margen EBITDA ajustado por S&P Global Ratings hacia el 15% con un apalancamiento por debajo de 3x en 2023 y una mejora continua del rendimiento", concluyen.

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