El multimillonario británico Richard Branson se elevó el domingo a más de 80 kilómetros sobre el desierto de Nuevo México a bordo de su avión cohete de Virgin Galactic y regresó con seguridad en el primer vuelo de prueba con tripulación al espacio, un hito simbólico para una empresa que inició su andadura hace 17 años. Pese a ello, las acciones de Virgin Galactic vienen con caídas cercanas al 9% tras la intención de la compañía de vender 500 millones de dólares en acciones ordinarias.

Branson, uno de los seis tripulantes del avión de Virgin Galactic, calificó la misión de precursora de una nueva era del turismo espacial, ya que la empresa que fundó en 2004 está preparada para iniciar sus operaciones comerciales el próximo año. "Estamos aquí para hacer que el espacio sea más accesible para todos", dijo un exuberante Branson, de 70 años, poco después de abrazar a sus nietos tras el vuelo. "Bienvenidos al amanecer de una nueva era espacial", añadió, según recoge Reuters.

"Todo fue mágico", añadió después de que el plateado avión espacial VSS Unity retornara una hora después a la pista de aterrizaje de la base Spaceport America, con Branson y los otros cinco ocupantes a bordo. "He soñado con este momento desde que era un niño, pero nada me había preparado para tener una vista de la Tierra desde el espacio", reconoció el empresario ante periodistas y miembros de Virgin Galactic.

Branson se ha adelantado al fundador de Amazon, Jeff Bezos, en su plan de viajar al espacio. "Felicitaciones por el vuelo. ¡No puedo esperar para unirme al club!", escribió Bezos en su cuenta de Instagram.

Ejecutivos de la industria espacial, futuros clientes y otros simpatizantes estuvieron presentes en una reunión festiva para presenciar el lanzamiento, que se transmitió en vivo en una presentación organizada por el comediante de televisión nocturno Stephen Colbert.

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