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El beneficio neto de Repsol en los primeros nueve meses del año se situó en 2.171 millones de euros, un 37% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior y el mayor obtenido por la compañía en idéntico periodo desde hace diez años.
La compañía ha comunicado que el beneficio neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios, aumentó un 11%, hasta alcanzar los 1.720 millones de euros. El EBITDA fue de 5.833 millones, un 24% más que en el periodo equivalente de 2017.
Repsol incrementó su producción de hidrocarburos un 4% respecto al mismo periodo de 2017, hasta situarla en una media de 713.000 barriles equivalentes de petróleo al día, apoyada por la puesta en marcha de proyectos en Trinidad y Tobago, Reino Unido, Argelia, Perú y Malasia.
El área de Upstream (Exploración y Producción) obtuvo un resultado de 1.015 millones de euros, el doble del obtenido entre enero y septiembre del año anterior, debido a las medidas de eficiencia implantadas, a los mayores volúmenes y al repunte de los precios internacionales.
En el negocio de Downstream (Refino, Química, Marketing, Lubricantes, Trading, GLP, Gas & Power), el resultado ascendió a 1.098 millones de euros, con mejoras en las divisiones de Gas & Power, Marketing y GLP.
A finales de junio, Repsol anunció la compra de activos no regulados de generación de electricidad de bajas emisiones de Viesgo y su comercializadora, que le aportará 750.000 clientes, con lo que elevará su capacidad total de generación instalada hasta los 2.950 MW.
REELECCIÓN DE BRUFAU
El consejo de administración de Repsol ha aprobado proponer a su próxima junta general ordinaria de accionistas la reelección en sus cargos del presidente, Antonio Brufau, y del consejero delegado, Josu Jon Imaz, por un plazo de cuatro años, es decir, hasta 2023, informó la compañía.
El mandato de Brufau, que en 2015 traspasó todas las funciones ejecutivas a Josu Jon Imaz, expiraba el próximo año y con esta decisión se resuelve la incógnita respecto a la continuidad o no del directivo al frente de la presidencia de la petrolera.
Brufau es consejero de Repsol desde 1996 y ocupa su presidencia desde 2004. El directivo de Mollerusa cuenta actualmente con 70 años, con lo que con esta reelección estará como presidente de la petrolera, al menos, hasta los 75 años.
En 2015, cuando Brufau dejó las funciones ejecutivas, renunció al cobro de sus blindajes a cambio de que su retribución anual ascendiera hasta 2019 a 2,5 millones de euros brutos anuales.
Por su parte, Josu Jon Imaz, consejero de la compañía desde 2014 y primer ejecutivo desde 2015, ha pilotado Repsol en estos últimos años y ha diseñado el nuevo plan estratégico 2018-2020 del grupo, que supone su entrada en el mercado de la electricidad y del gas.
Dentro de esta estrategia, a finales de junio Repsol anunció la compra de activos no regulados de generación de electricidad de bajas emisiones de Viesgo y su comercializadora, que le aportará 750.000 clientes, con lo que elevará su capacidad total de generación instalada hasta los 2.950 megavatios (MW).
REDUCE A 15 EL NÚMERO DE CONSEJEROS
Por otra parte, dentro de los cambios en el órgano rector de la compañía tras el anuncio el pasado mes de septiembre de la salida de su accionariado de Caixabank, después de 22 años de presencia, Repsol ha acordado reducir su número de miembros del consejo de administración a 15.
Hasta la marcha de los dos representantes de Caixabank, Jordi Gual y Gonzalo Gortázar, que ocupaba una de las vicepresidencias de la petrolera, el consejo de Repsol estaba integrado por 16 miembros.
HENRI PHILIPPE REICHSTUL, NUEVO CONSEJERO
Para alcanzar esta cifra de 15 miembros, el consejo de administración de la compañía ha acordado el nombramiento por cooptación de Henri Philippe Reichstul como consejero externo y como miembro de la Comisión Delegada.
