El consejo de administración de Repsol ha aprobado la decisión final de inversión para la Fase 1 del proyecto de desarrollo de Pikka en Alaska por 2.600 millones de dólares tras llegar a un acuerdo con y la australiana Santos. Es el mayor descubrimiento de petróleo en Estados Unidos de los últimos 30 años.
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El proyecto, ubicado en la Unidad Pikka en North Slope, entregará la primera producción de los activos de Repsol en Alaska en 2026. En una primera fase, se espera alcanzar una producción bruta de 80.000 barriles de petróleo por día, lo que traerá consigo suministro a los mercados bajo tensión debido a las menores inversiones en exploración y desarrollo a nivel global en los últimos años.
El proyecto tiene un índice de intensidad de carbono que se encuentra entre los más bajos de la cartera global de upstream de la compañía, lo que refuerza el compromiso de Repsol de centrarse en proyectos de menores emisiones. Repsol fue la primera compañía de su sector en fijarse el objetivo de alcanzar cero emisiones netas en 2050 y se ha marcado el objetivo de reducir la intensidad de carbono de todas sus actividades upstream en un 75% para 2025.
El desarrollo completo de la Fase 1 consistirá en 45 pozos que se perforarán desde una sola plataforma de pozos, utilizando tecnología líder en la industria para reducir la huella ambiental, con instalaciones intermedias asociadas que incluyen una instalación de producción, un centro operativo, una planta de tratamiento de agua de mar y tuberías.
Repsol tiene actualmente una participación del 49% en los activos, mientras que Santos (operador) tiene el 51%.
