Los planes de Renault siguen pasando por fusionarse con Nissan Motor. Las compañías convergerían, en este caso, en un holding. Así lo ha adelantado el diario japonés Nikkei, que apunta a que la firma francesa busca llegar más allá en la integración con su socio y que esta fórmula les permitiría operar en igualdad.
Aunque Nissan ha rechazado hacer declaraciones, lo que por ahora se sabe es que con esta propuesta sobre la mesa ambas automovilísticas se permitirían nombrar a un número similar de directivos en la nueva empresa. Los accionistas de ambas compañías recibirían el 50% por acción de la compañía resultante.
El Wall Street Journal también ha recogido las conversaciones entre ambas automovilísticas y fuentes cercanas a la negociación han reconocido que la alianza actual "no está funcionando correctamente". "Las negociaciones están diciendo que necesitamos cambiar la estructura o tener una mejor gestión en la integración. No podemos seguir así".
TENSIONES EN LA NEGOCIACIÓN
Uno de los problemas que también está arrojando estas negociaciones son las sensaciones en Nissan de que la empresa francesa esté 'aprovechándose' de su debilidad. Renault está moviendo ficha rápido ante el temor de que sigan empeorando los resultados y las previsiones comerciales de Nissan, que ya emitió su segundo profit warning del año esta misma semana y ha reducido la proyección de sus beneficios operativos en un 30%.
De hecho, según también publica la agencia Reuters, Nissan ve con buenos ojos una operación en la que ambas firmas consigan más equidad: Nissan posee un 15% de las acciones de Renault, y aunque la nipona es una compañía más grande que la francesa, lo cierto es que Renault pose un 43% de las acciones en su socio.
Fue a finales de marzo cuando se supo que Renault quería retomar las conversaciones con su socio ante una hipotética fusión. Tras la operación, se proyecta la larga sombra del caso Ghosn.
Carlos Ghosn fue directivo en ambas firmas y fue precisamente puesto en libertad condicional este jueves tras el pago de una fianza de más de 4 millones de euros. Era la segunda que abonaba en cuestión de semanas, ya que Ghosn fue detenido por segunda vez a comienzos del presente mes.
Los cargos a los que se enfrenta Ghosn comprenden una pérdida de confianza y la sospecha de que derivó capital de la automovilística Nissan a una empresa de su propiedad. Mientras que la investigación no ha hecho más que comenzar, el controvertido exdirectivo ha asegurado en repetidas ocasiones que sus detenciones y sus problemas judiciales responden a un complot de Renault y Nissan.
