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Rodrigo RatoEUROPA PRESS - Archivo
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Rodrigo Rato, expresidente de Bankia, reconoció a los inspectores del Banco de España que BFA era "absolutamente inviable" en marzo de 2012, apenas dos meses antes de presentar un plan de saneamiento y abandonar la entidad. El exinspector del supervisor en Bankia José Antonio Delgado Manzanares ha explicado durante su declaración como testigo en el caso Bankia que en una reunión mantenida entre el Banco de España y Rato celebrada el 6 de marzo de 2012 los inspectores le comunicaron que BFA era inviable y él lo reconoció.

"Le dijimos [a Rato] que BFA era inviable y que Bankia por sí sola era imposible que siguiera adelante. Rato admitió que BFA era absolutamente inviable y, respecto a Bankia, que estaban analizando algún tipo de solución, alguna integración", ha explicado Delgado, en cuya opinión lo que querían hacer en Bankia era utilizar otra integración para sanear el balance.

También lo reconoció el entonces consejero delegado de Bankia, Francisco Verdú en su reunión con el Banco de España, que tuvo lugar al día siguiente, el 7 de marzo de 2012. Verdú dijo que estaba de acuerdo con que BFA era inviable y con que Bankia iba a dar pérdidas, al tiempo que defendió la necesidad de una integración de la entidad con otra. "Estaban buscando una integración para volver a sanear, para volver a hacer lo de 2010", ha expuesto Delgado.

El exinspector de Bankia ha hecho estas revelaciones durante su declaración como testigo a preguntas de la fiscal Carmen Launa. Lo ha hecho leyendo los correos remitidos por José Antonio Casaus y él mismo, ambos inspectores de cabecera de Bankia, a sus superiores en los que relataban las reuniones que mantuvieron con Rato y con Verdú, en marzo de 2012. Fueron dos reuniones, una con cada directivo, en las que estaban presentes Delgado, Casaus y Pedro González por parte del Banco de España.

Al escuchar a Delgado leer estos correos, Launa ha solicitado al tribunal que se incluyan a la causa, al igual que se incorporaron durante la fase de instrucción los correos de Casaus de 2011. Entre quejas de las defensas, la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, ha rechazado la petición.

Delgado fue el inspector de cabecera del Banco de España en Bankia entre 2011 y 2013 junto con José Antonio Casaus, el autor de los polémicos emails en los que se reconocía la inviabilidad de Bankia. Ambos pertenecían al grupo 6 de inspección continuada del departamento de Inspección I y su inmediato superior era José Antonio Gracia, quien, según Delgado, estaba de acuerdo con los dos inspectores en sus opiniones sobre Bankia. A él le remitían correos electrónicos como los mencionados sobre la situación de Bankia, que Gracia enviaba a su vez a su inmediato superior. A partir de ahí, Delgado no conoce el recorrido que llevaban estas opiniones.

El exinspector, en una declaración que excede las cinco horas, ha explicado que la mala situación de Bankia que llevó al rescate la arrastró la entidad desde años antes. Delgado ha afirmado que, antes de la integración de las cajas de ahorro a través del Sistema Institucional de Protección (SIP), Caja Madrid estaba "moribunda" y Bancaja directamente "muerta", al arrastrar problemas desde 2005. Además, ha apuntado a Bancaja como responsable de las "operaciones irregulares" de Bankia.

"A nadie se le ocurre fusionar una entidad con problemas con otra que tiene problemas más grandes", ha apuntado Delgado, que ha insistido en que en el Banco de España había dos versiones sobre Bankia: "La situación real, que es la que exponíamos en los informes [de seguimiento] y el maquillaje del muerto".

El exinspector ha asemejado la situación de Bankia con la de Popular, que fue intervenido por las autoridades europeas el 7 de junio de 2017 para posteriormente ser vendido a Santander. "Pasó unos test de estrés y luego... El problema es si la información de base es correcta", ha apuntado.

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