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La Autoridad de los Mercados y la Competencia (CMA, por sus siglas en inglés) de Reino Unido ha arrojado un jarro de agua fría sobre la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft. Según el regulador británico, la compra podría perjudicar a la competencia en el mercado del juego en consolas y en la nube y podría dar lugar a “precios más altos, una gama (de productos) más reducida, una calidad inferior, un peor servicio y/o una menor innovación”. La CMA ha ofrecido posibles soluciones que incluyen obligar a Microsoft a vender el negocio de Activision Blizzard asociado a ‘Call of Duty’, la mayor y más importante franquicia de la compañía.

“Las pruebas de que dispone actualmente la CMA indican que a Microsoft le resultaría comercialmente beneficioso hacer que los juegos de Activision fueran exclusivos de su propio servicio de juego en la nube (o que solo estuvieran disponibles en otros servicios en condiciones materialmente peores)”, afirma el regulador británico, que ha recibido tres millones de documentos comerciales internos de Microsoft y Activision, ha realizado estudios de mercado independientes e incluso ha encuestado a jugadores como parte del proceso de investigación.

Para la CMA todo gira en torno a dos pilares: el juego en la nube y los títulos exclusivos. Por un lado, la autoridad de Reino Unido señala que si Microsoft adquiere Activision Blizzard, eso reforzaría su fuerte posición en el juego en la nube, que el regulador estima entre un 60% y un 70% de los “servicios globales de juego en la nube”. “Dado que hemos constatado provisionalmente que Microsoft ya tiene una posición fuerte en este mercado a través de su propiedad de Xbox, un servicio global de computación en nube, y el sistema operativo (SO) líder para PC, nos preocupa que incluso un incremento moderado de su fuerza pueda reducir sustancialmente la competencia en este mercado en desarrollo en detrimento de los usuarios actuales y futuros de juegos en nube”, explican.

Por otro, la adquisición podría debilitar a la competencia a través de la conversión en exclusivos de algunas de las franquicias más importantes de Activision Blizzard como ‘Call of Duty’, ‘World of Warcraft’ o ‘Crash’. “La CMA concluyó provisionalmente que debilitar la competencia restringiendo el acceso que otras plataformas tienen a los juegos de Activision podría reducir sustancialmente la competencia entre Xbox y PlayStation en el Reino Unido, perjudicando a su vez a los jugadores británicos”, añaden.

La CMA ha sugerido una serie de posibles soluciones que Microsoft podría adoptar para obtener la aprobación de la adquisición de Activision Blizzard en el Reino Unido. Entre ellas, se incluye la desinversión parcial de Activision Blizzard en forma de venta de la licencia ‘Call of Duty’. Otras sugerencias incluyen la venta del segmento Activision, Blizzard o King (‘Candy Crush’).

Microsoft ya ha hecho una oferta a Sony (PlayStation), Steam (PC) y Nintendo (Switch) sobre Call of Duty, que la CMA dijo que consideraría. Microsoft habría llegado a un acuerdo de varios años con estas compañías salvo con Sony, una de las principales objetoras al acuerdo, al igual que Google o Nvidia. Según la CMA, un 24% de los jugadores de ‘Call of Duty’ abandonarían la consola de Sony si este título fuese exclusivo de Microsoft.

Uno de los principales argumentos de Xbox es que el acuerdo le permitiría incluir los juegos de Activision Blizzard en Xbox Game Pass, ofreciendo a los consumidores más opciones para pagar por sus juegos. Sin embargo, la CMA considera que, dado que esto perjudicaría a los usuarios de PlayStation y a la competencia, los inconvenientes superan a los beneficios.

“Estamos comprometidos a ofrecer soluciones efectivas y fácilmente ejecutables que aborden las preocupaciones de la CMA. Nuestro compromiso de conceder a largo plazo un acceso 100% igualitario a Call of Duty a Sony, Nintendo, Steam y otros preserva los beneficios del acuerdo para jugadores y desarrolladores y aumenta la competencia en el mercado”, ha señalado Rima Alaily, vicepresidenta corporativa y consejera general adjunta de Microsoft.

Con todo, Alaily ha aprovechado para recordar que “el 75% de quienes respondieron a la consulta pública de la CMA están de acuerdo en que este acuerdo es bueno para la competencia en los juegos del Reino Unido”. “Cuando decimos paridad, queremos decir paridad. 10 años de paridad. En contenidos. En precios. En características. En calidad. En jugabilidad”, ha añadido.

Las conclusiones de la CMA, si bien son provisionales, suponen un duro golpe para los planes de Microsoft. El gigante de Redmond se enfrenta a un intenso escrutinio regulatorio en todo el mundo, con la FTC estadounidense liderando la carga al presentar una demanda para bloquear la operación. La Comisión Europea, por su parte, también abrió una “investigación en profundidad” sobre la operación en noviembre.

Aunque la CMA no es más que la autoridad en Reino Unido, tiene una gran influencia en la forma en la que las compañías estadounidenses operan en el Viejo Continente. Sin ir más lejos, Meta (Facebook) se vio obligada a vender Giphy por orden del organismo británico.

La CMA está esperando las respuestas del sector antes del 22 de febrero a sus posibles soluciones, seguidas de las respuestas a las conclusiones provisionales antes del 1 de marzo. Todas ellas se tendrán en cuenta antes de que la CMA publique su informe final, previsto para el 26 de abril.

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