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Boeing ha celebrado este lunes en Chicago su junta anual de accionistas, la primera tras la crisis del 737 MAX, donde un tercio de los accionistas votó a favor de una reorganización de la compañía, una votación que no alcanzó la mayoría suficiente para destituir a Dennis Muilenburg como consejero delegado y presidente.
Como informa 'Financial Times', a principios de mes Institutional Shareholder Services recomendó a la compañía que nombrara a un presidente independiente que ayudara a reconstruir la reputación del fabricante, pero el 66% de los accionistas se ha mostrado en contra de separar estas dos funciones, que seguirán en manos de Muilenburg. De su parte, este ha señalado que descarta su dimisión.
Además, el asesor Glass Lewis recomendó la destitución del director de Auditoría de la junta, Lawrence Kellner por no predecir los problemas de seguridad del modelo 737 MAX, pero tampoco ha sido aprobado. Durante la junta, muchos accionistas han mostrado su descontento con la crisis del 737 MAX, alegando que "no es necesario que mueran 300 personas para probar que algo no es seguro".
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No obstante, Milenburg ha señalado durante su primera aparición tras la crisis que "no se apresuraron" al lanzar el modelo al mercado y que "cuando se trata de seguridad no hay prioridades que compitan entre sí" y ha reiterado que la compañía está trabajando en la actualización del software del 737 MAX para que pueda volver a su funcionamiento.
En este sentido, ha indicado que están colaborando tanto con las aerolíneas como con la Administración Federal de Seguridad (FAA, por sus siglas en inglés) y que, por el momento, consideran que la mejor opción es la formación en simulador para los pilotos.
Los aviones del modelo 737 MAX se encuentran retirados del espacio aéreo después de que se produjeran dos acciones mortales en cinco meses, uno en octubre de la compañía Lion Air, donde murieron 189 personas, y otro el pasado marzo de la compañía Ethiopian Airlines, donde perdieron la vida 157 personas.
Según JP Morgan, la crisis del 737 MAX tendrá un impacto de 1.000 millones de dólares (893 millones de euros) mensuales hasta que consiga volver a realizar las entregas del modelo. A su vez, las aerolíneas que vuelan con aviones de este modelo, como Southwest o American Airlines, se han visto obligadas a cancelar cientos de vuelos.
NO ADVIRTIÓ DE LA DESACTIVACIÓN DEL SISTEMA DE SEGURIDAD
En tanto, Boeing no avisó a Southwest Airlines de que los 737 MAX que la aerolínea empezó a operar en 2017 tenían desactivado un sistema de seguridad del que disponían los modelos anteriores, según informa 'The Wall Street Journal'.
Asimismo, algunos funcionarios del Gobierno han indicado que los inspectores de la FAA responsables de controlar a esta aerolínea tampoco tenían conocimiento sobre este cambio. El sistema desactivado servía para avisar a los pilotos si uno de los sensores estaba transmitiendo datos incorrectos sobre la inclinación del morro de la aeronave. Sin embargo, en los 737 MAX, que contaban con el nuevo sistema de estabilización MCAS --Sistema de Aumento de las Características de Maniobras--, solo se incluía el sistema anterior si los clientes adquirían un paquete opcional de medidas de seguridad.
De esta forma, lo manuales de los 737 MAX que tenían a su disposición los pilotos de la compañía "estaban equivocados" sobre los sistemas de alerta, incluyendo información anterior a estos cambios, según ha indicado el presidente del sindicato de pilotos de la aerolínea, Jon Weaks.
SUSPENDE PREVISIONES
Tras presentar los resultados del primer trimestre fiscal, cuando ganó 2.149 millones de dólares (1.917 millones de euros), un 13% menos que un año antes, la compañía anunció la suspensión de las estimaciones para 2019 por la incertidumbre sobre la fecha concreta para que vuelvan los 737 MAX.
Para 2019, estimaba lograr unos ingresos de entre 109.000 y 115.500 millones de dólares (97.265 y 103.066 millones de euros), con un beneficio por acción de entre 21,9 dólares y 22,1 dólares (19 euros).
En cuanto a las entregas, su previsión se situaba en un rango de entre 895 y 905 aviones comerciales para 2019. Además, preveía un flujo de caja operativo cercano a los 17.000 millones de dólares (15.196 millones de euros).
