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Ildefonso Sánchez Barcoj

La condena a 4,5 años de prisión a Rodrigo Rato ha eclipsado el resto de penas, pero resulta muy llamativo que hayan esquivado la cárcel dos de los directivos que más dinero gastaron con las tarjetas 'black': Ildefonso Sánchez-Barcoj y Matías Amat, el tándem que dirigió el destino de Caja Madrid y Bankia durante muchos años, primero con Blesa y después con Rato. Han sido los más listos del grupo porque devolvieron el dinero.

Sánchez-Barcoj encabeza el ranking de gastos con la tarjeta opaca, con nada menos que 484.100 euros, por encima de Ricardo Morado, José Antonio Moral Santín y el propio Miguel Blesa. De hecho, fue el inventor de este sistema y el que convenció a Blesa para ponerlo en marcha. Amat se sitúa en quinta posición con una cantidad tampoco despreciable de 431.000 euros. En ambos casos, estos dispendios son coherentes con su forma de actuar en la entidad.

Barcoj usaba su 'black' prácticamente a diario y para todo tipo de conceptos, como si fuera la tarjeta de cualquier ciudadano... sólo que no se cargaba en su cuenta, sino en la de la entidad. Compras en supermercados, regalos de Reyes para la familia, gasolina, peajes, fruterías, copas nocturnas, el Canal Plus, etc. Y también caprichos de vez en cuando, como viajes a Tenerife de 5.000 euros.

Barcoj fue el que más gastó, el ideólogo del sistema y el que entregaba físicamente las tarjetas a los beneficiarios

Este directivo, conocido como 'el lado oscuro de Caja Madrid' porque era el guardián de sus secretos más inconfesables, era considerado por sus subordinados como un déspota. No tenía empacho en mandar al chófer de su Audi A8 oficial a hacerle la compra en una frutería con la 'black', tenía prohibido imprimir papel en las sucursales y les llegó a cortar el agua caliente.

"Ildefonso estaba obsesionado con que los directores generales de Santander y BBVA cobraban cinco veces más que él; no lo entendía, si Caja Madrid era la tercera o cuarta entidad de España. Así que estaba empeñado en igualarse", según una fuente que vivió aquella época en la entidad. Y lo consiguió. No sólo con el sueldo (pasó de unos 200.000 euros a casi 3 millones), sino con todas las prebendas como las 'black' o el cochazo oficial.

AMAT, FIRMAS DE LUJO Y GRANDES VIAJES

En cuanto a Matías Amat, fue otro miembro de la guardia de corps de Miguel Blesa que sobrevivió a la llegada de Rodrigo Rato. Buena parte de los 389.000 euros que se gastó con su tarjeta VIP de Caja Madrid (dispuso de otros 42.000 en la época de Bankia) fueron a parar a las firmas de moda, zapatería y joyería más exclusivas: Hermés, Chris & Cris, Corner, Charcos, Elizabeth Acosta, Loewe, Louis Vuitton, Façonnable, Hackett, Mabel Sanz, Ambra, Pomellato, Richemont, Tiffany's, Suárez o Durán.... Además, tenía una gran afición a las antigüedades, a jugar al golf y a los grandes viajes.

Amat se llevó 6,16 millones de indemnización por apuntarse al ERE de 2011 como si fuera un empleado más

Amat ya demostró que era uno de los más listos de la clase en 2011. Cuando se produjo la fusión de Caja Madrid con Bancaja y otras cinco entidades que dio lugar a Bankia, la entidad ofreció bajas incentivadas en un ERE para recortar la plantilla. Y Amat se apuntó, como su fuera un empleado normal. Con las buenas condiciones ofrecidas y su sueldazo de director general de BFA (la matriz de Bankia), le quedó una indemnización de 6,16 millones de euros.

LA CLAVE, DEVOLVER EL DINERO

¿Cómo se han librado de la cárcel estos dos exdirectivos? Pues demostrando de nuevo que son los más espabilados cuando se trata de sus intereses personales. Mientras muchos directivos sostenían que devolver el dinero era reconocer su culpabilidad, ellos tuvieron claro desde el principio que ese sistema era delictivo -cómo no, si lo habían inventado ellos- y pensaron que, como era inevitable una condena, tenían que intentar aminorarla con esa devolución.

Gracias a ello, Sánchez-Barcoj y Amat han visto reducida su condena a un año menos un día de prisión y seis meses menos un día de multa, debido a que el Supremo considera "muy cualificada" la atenuante de reparación del daño causado. Es decir, no tendrán que pisar la cárcel, a diferencia de su jefe.

El más beneficiado es el primero, porque también se anula su condena inicial como cómplice de apropiación indebida (por ser el que repartía físicamente las tarjetas) y porque el segundo solo ve reducida su pena en un día, al igual que otros que también consignaron el importe disfrutado, como Javier López Madrid, Ramón Espinar, Arturo Fernández, José Manuel Fernández Norniella, Ricardo Romero de Tejada, Ignacio Navasqués y Mercedes Gallego

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